Se descubrió a principios del gobierno de López Obrador, que Carlos Lomelí, dueño de Lomedic, quien había sido nombrado super delegado del gobierno de López Obrador en Jalisco, utilizaba sus influencias para vender medicinas de su farmacéutica a el gobierno de Jalisco y de otros estados, incluyendo Veracruz. El caso quedó tan comprobado que la Secretaría de la Función Pública sancionó a Lomedic. Como regalo de consolación a Carlos Lomelí le dieron la candidatura de Morena a la alcaldía de Guadalajara.
Pues Lomelí, lo mismo que Adrián de la Garza, candidato del PRI-PRD a la gubernatura de Morena, anda ofreciendo tarjetas de apoyo a las madres de familia, en caso de que él resulte ganador de la elección. El mismo delito por el que López Obrador le echó la jauría de la FGR a Adrián de la Garza, lo está cometiendo Carlos Lomelí, el farmacéutico de la 4T.
Pero a éste, como es de Morena, pues no le echan los perros, antes bien lo consienten, lo miman, y lo dejan que siga engañando a los jaliscienses. Esa es la doble moral del presidente, quien no tiene empacho en violar la ley electoral para posicionar a su candidata de Morena en Nuevo León, quien no levanta ni levantará, por mentirosa. Pero se hace de la vista gorda con su compadre Lomelí.
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