En sus mañaneras se subía como a un ring para pelearse con quien se le pusiera enfrente. Eso lo fue desgastando, eso fue provocando que ese 83 por ciento de aprobación bajara. Después vinieron las malas decisiones, el mal manejo de la pandemia, y aunque uno esperaría que eso derrumbaría la aprobación del presidente, su aprobación se sostuvo alrededor del 65 por ciento.
De acuerdo con la última encuesta de El Financiero, en abril de 2021 el presidente bajó cuatro puntos porcentuales de aprobación, quedando en un 57 por ciento. Por supuesto, sigue siendo alto si se toma en cuenta que en rubros como Seguridad Pública el presidente tiene una desaprobación del 67 por ciento; en Economía su desaprobación es del 49 por ciento. De hecho, sólo un 27 por ciento de los encuestados percibe que el país lleva un buen rumbo.