Jesús J. Castañeda Nevárez / Como cada año éste 30 de abril se celebró el día del niño; no fue como siempre; el fantasma del Covid-19 opacó el festejo. Todavía el año anterior hubo fiestas en medio de una cuarentena recién impuesta y que nunca imaginamos que duraría tanto tiempo y el daño que causaría.
Ahora fue un día de contrastes en la forma de celebración, pues la fiesta invadió las calles y se pudo ver las caravanas de autos con globos, serpentinas, listones de colores vivos que adornaron las caritas sonrientes de los infantes que se asomaban por el quemacocos de los autos.
Otros niños tal vez lo festejaron en familia con piñata, dulces, pastel y regalo sorpresa, mientras que otros menos afortunados tal vez con una celebración modesta, pero celebración al fin.
Tristemente en muchos hogares de nuestro país no hubo celebración, pues por causa del Covid-19 miles de niños han enfrentado dolorosas pérdidas como el fallecimiento de abuelos, padres, hermanos mayores; pérdida de la estabilidad económica que les daba el trabajo que tenían sus padres y que también se cerró; pérdida de la comodidad de muchas cosas que tal vez tuvieron que vender para poder sobrevivir la pandemia.
Pero la pérdida más dolorosa es la vida misma de muchos niños enfermos de cáncer que se nos fueron porque no tuvieron los tratamientos y medicinas necesarias para ayudarles en su lucha por la vida, que tristemente perdieron.
Y los que aún están vivos, es difícil celebrar con ellos el día del niño con fiesta de globos, serpentinas, música, dulces, cuando ellos realmente quisieran tener su fiesta con medicinas, tratamientos y atención médica suficiente para representarles una esperanza de vida.
Cómo explicarles a esos niños que la política del gobierno de la 4t es de “austeridad republicana” y que para ahorrar decidió frenar la compra de medicamentos y eliminó además al Seguro Popular para combatir la corrupción.
Y cómo decirles que el gobierno actual está ocupado construyendo algunas obras que para ellos son prioritarias y que el tratamiento para los niños con cáncer tendrá que esperar.
Todos los días mueren muchos niños esperando la medicina que nunca llegó y eso nos duele, aunque nos consuele pensar que esos niños seguramente estarán disfrutando de la mejor de todas las fiestas en el cielo, donde ya no hay enfermedad ni tristeza ni llanto.
Pero ese tema nos debe llevar a reflexionar sobre lo que deberemos de pedirle y exigirle a los que buscan el voto popular para las elecciones del próximo 6 de junio, principalmente a los Diputados que hoy buscan la reelección y que pudieran ser en éste mismo momento corresponsables del injusto abandono en que están muchos niños enfermos de cáncer y otros muchos que tristemente hoy murieron sin sus medicamentos. Porka Miseria.
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