El negocio es el siguiente: él regala a la población el material y la gente pone la mano de obra, el tema estriba en que ante el Orfis, él presenta obras completas que la administración paga cuando en realidad la gente pone el 50 por ciento del trabajo. Lo lamentable es que mucha gente, por necesidad, toma el apoyo, pero en realidad están inconformes, no obstante, los obliga a poner logotipos del PVEM en la obra.
Cada colado lo presupuesta en 50 mil pesos, pero de material entrega lo de 15 a 18 mil pesos; claro la factura es por 50 mil pesos. ¿Qué les permite hacer este negociazo? Pues su presunta amistad con Éric Cisneros, quien dicen ellos, los protege y a quien le entregan su buena mochada. Así las cosas con esta familia que se quiere heredar el poder para seguir transando.
