Irineo Domínguez Méndez / Nunca como en la actualidad se percibe la intranquilidad que padecen los aspirantes a puestos de elección popular en Veracruz. Sin bien es cierto que los partidos dieron a conocer la lista de candidatos que participan en la elección federal, el hecho no despertó en la ciudadanía (ni despierta) mayor interés, a pesar de su gran importancia. Son los procesos electorales internos para elegir candidatos a presidentes municipales y diputados locales los que ganaron la atención del electorado; pronto conoceremos a los definitivos, pues, el día 21 y 26 próximos fenece el término para registrarlos. Las elecciones de carácter local, principalmente las municipales, siempre adquieren la responsabilidad de “cargar” a la federal en tratándose de elecciones intermedias; es decir, en las que no se eligen senadores y presidente de la República; incluso, los candidatos a diputados locales “se cuelgan” de los que participan como candidatos a presidentes cuando no se elige gobernador.
El partido MORENA es el último que dará a conocer a sus candidatos. “El miedo no anda en burro” reza el dicho y se amarró el dedo con una falacia como cortina de humo. En el último “ajuste” que le hizo a su convocatoria para elegir candidatos en Veracruz, informó que daría a conocer la lista respectiva el día 03 de mayor; obviamente, el acuerdo de Mario Delgado y Citlali Hernández fue violatorio de los tiempos que marca, primeramente, el Código electoral local vigente y, segundo, tal violación se une las que realiza el Consejo General del OPLE de Veracruz. Con tales conductas continúa intentando evitar mayor desbandada.
Los dos entes referidos manejan las normas que los rigen a su antojo. Los morenos violentan su Estatuto y el Consejo de OPLE “utiliza” el artículo 18 del Código electoral de Veracruz – se presume -, en cuantas ocasiones le indique el Ejecutivo. Tal acción parece que no inconforma a los demás partidos; consecuentemente, se deduce que también son beneficiados cuando se alteran los tiempos legales. Lo anterior conlleva a proponer que se elimine el artículo 174 del referido Código y se adecue el 18 para que sea el OPLE quien determine los tiempos de inscripción y sustitución de candidat@s.
Tomados de la página oficial del Tribunal Electoral de Veracruz, transcribo los artículos citados para conocimiento de los lectores:
Artículo 18. En las elecciones ordinarias, el Consejo General del Instituto Electoral Veracruzano podrá, por causa justificada o de fuerza mayor, ampliar y adecuar los plazos que señala este Código.
El acuerdo correspondiente deberá publicarse en la Gaceta Oficial del Estado, para que surta sus efectos.
Artículo 174. El periodo para presentar las solicitudes de registro de candidatos a cargos de elección popular quedará sujeto a lo siguiente:
(…).
Para diputados locales por el principio de mayoría relativa, ante cada consejo distrital del diecisiete al veintiséis de abril del año de la elección;
III. Para diputados locales por el principio de representación proporcional, ante el Consejo General del cuatro al trece de mayo del año de la elección.
(…).
Para integrantes de los ayuntamientos, ante cada consejo municipal del dieciséis al veinticinco de abril del año de la elección.
Para integrantes de ayuntamientos, las listas deberán comprender a todos sus miembros, con sus fórmulas de propietarios y suplentes, (…).
Es de observarse que el número de los cambios a las fechas que menciona la ley para el registro en comento no tiene razón de ser. El OPLE como los partidos políticos tienen, al menos, 3 años para preparar sus procesos electorales, oficiales e internos, respectivamente; es decir, terminado un proceso, pasarán 3 años para preparar el que sigue. Entonces, es el acuerdo político lo que conlleva a descubrir el nulo valor de la ley; ésta vale gorro.
En otro artículo mencioné que el OPLE pide más recursos sin motivación alguna; si acaso sobresale la razón de querer embolsarse más dinero por supuesta carga de trabajo en los periodos electorales. Se desentienden de los años sabáticos, en los que obtienen iguales salarios sin hacer nada.
Todo lo anterior se presta para que los aspirantes a un puesto de elección popular, carentes de padrinos, padezcan la zozobra de ser o no ser candidatos definitivos o si solo son “monedas de cambio” de acuerdo a intereses de los dirigentes partidistas.
Otro sí digo. – Como dijo varias veces AMLO “al diablo con las instituciones”; al menos los OPLEs. Son elefantes blancos que cuestan demasiado al jodido pueblo mexicano.
Comentarios