Arturo Reyes Isidoro / El escenario electoral, este año, no puede ser mejor para el ciudadano xalapeño. Como nunca, tiene una rica gama de candidatos a la presidencia municipal para escoger por quién votar. Parafraseando, aunque en sentido contrario, al folclórico cacique priista entonces gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa, la caballada está gorda.
La competición electoral, que será histórica y culminará en apenas 48 días, quedó definida en cuanto a quiénes son los candidatos, luego de que el sábado Morena confirmó como el suyo al senador con licencia, Ricardo Ahued Bardahuil. A él se le sumarán el PT y el PVEM, aliados del partido en el poder.
En competencia con él, están apuntados el exalcalde y exdiputado local David Velasco Chedraui, por la coalición Veracruz ¡Va! (PAN-PRI-PRD); el exrector de la UV, Raúl Arias Lovillo, por Movimiento Ciudadano; y el exdiputado federal Uriel Flores Aguayo, por Podemos, para mí, los más significativos. Es posible que se suba a la contienda la exdiputada local Cinthya Lobato Calderón, dirigente estatal del partido Unidad Ciudadana.
De ellos, el que tiene puestos los pies en la tierra es Uriel, quien ve difícil que pueda ganar, aunque considera que no hay imposibles, y en consideración a que su participación enriquece el espectro electoral se mantiene en su candidatura, además de que busca allegar votos a su partido, que mucho los necesita para conservar su registro.
En mi opinión, de hecho, la competencia más fuerte se da entre dos priistas de origen, Ahued y Velasco Chedraui, con buena imagen ambos, empresarios exitosos, los dos expresidentes municipales de la capital, uno y otro exdiputado local, aunque las circunstancias políticas que los rodean son muy diferentes.
De entrada, la que viene, a partir del 2 de mayo, de solo un mes, se espera una campaña de altura, sin denuestos al menos entre los dos mencionados, aunque una declaración del senador el pasado 5 de abril se tomó como una embestida contra su contrincante tripartidista, lo que extrañó porque se considera que no es ese el talante que le caracteriza y dio pie a comentarios en el sentido de que lo hizo porque lo ve como un serio rival. El otro empresario guardó silencio y no respondió.
Cuestionado sobre la candidatura de su excompañero de partido, respondió: “No por ser empresario puedes ser buen gobernante, es tu trayectoria, los años de vida que te conozcan, y a la gente no la engañamos, ya sabe a qué aspira cada quien” (Claudia Montero, alcalorpolitico.com, 05/04/2021). Hubo quienes tomaron su declaración como una crítica o un ataque contra Velasco Chedraui, pero lo cierto es que también él es empresario.
Se destacó mucho esa parte de lo que dijo, aunque también expresó que “a todo participante se le debe guardar consideración”, que “en un proceso electoral nunca se sabe” y que “los que venimos de la parte comercial, de la actividad generadora de negocios y de empleos, bien es cierto que saben ser buenos administradores, pero yo no descarto que cualquier otro pueda ser gobernante”.
En Xalapa no es secreto que las familias de ambos han mantenido buenas relaciones amistosas e incluso, de acuerdo a una versión que se me dio el año pasado, cuando el senador rechazaba la idea de competir por la alcaldía, ambos habrían dialogado y expresado su seria preocupación por el lastimoso estado en que tiene a Xalapa la actual autoridad municipal, en lo que coincidirían, totalmente.
Lo cierto es que uno y otro persiguen no solo el objetivo de ganar la elección sino también de rescatar la capital tras la desastrosa administración de Hipólito Rodríguez Herrero, pero mientras que David y la coalición que lo apoya pueden criticar en forma abierta al gobierno municipal de Morena (y al estatal y al federal), no se ve que Ricardo lo pretenda hacer, aunque tampoco se puede olvidar que con el PRI, el partido que lo llevó a la alcaldía y a las diputaciones local y federal, fue crítico y autocrítico, y estaría por verse si mantiene esa actitud.
Desde mediados del año pasado, encuestas serias los ponen como los mejor posicionados entre el electorado municipal y, que se sepa, la tendencia no ha cambiado, aunque creo que esta vez el escenario para el senador se le presenta más complicado que en sus participaciones anteriores, cuando tuvo muchas cosas, o casi todas, a su favor, ya que si bien contaría con la simpatía presidencial, esta vez tiene enfrente a una oposición fuerte con un candidato de consideración, que cuenta con operadores con experiencia.
Algo que seguramente ha considerado es que aunque su imagen personal es buena, lo que es indudable, no lo es igual entre considerable parte del electorado xalapeño la marca que lo postula, Morena, y que por ese solo hecho le están cargando los negativos del gobierno del Estado y, en especial, del gobierno municipal de Rodríguez Herrero, además de que en lugar de que los candidatos a diputados federales (y seguramente los que serán a diputados locales) lo acuerpen, en Morena esperan que él sea quién los jale hacia arriba con sus votos, es decir, también se los están echando a la espalda, con un detalle más: esta vez no estará en la boleta Andrés Manuel López Obrador, por más que quiere inmiscuirse.
Su rival de más consideración, Velasco Chedraui, se ha mantenido callado respetando los tiempos electorales, aunque se sabe que sus operadores están muy activos en las colonias y congregaciones, y si bien no se puede ignorar que trae una marca cuestionada en el pasado, el PRI, ante la decepción que hay por el gobierno municipal de Morena y las atrocidades que está cometiendo el gobierno estatal del mismo partido, muchos prefieren su opción, con el agregado de que los candidatos a diputados federales tricolores Américo Zúñiga Martínez y Adolfo Mota Hernández realizan buenas campañas con base en su experiencia, que lo fortalecerán, además de que tendrá el apoyo del voto panista, que es bastante considerable, y el perredista.
Con algo más. Por ser el candidato del partido que gobierna, en el poder, Ahued es el rival a vencer de todos los demás candidatos, quienes podrían hacerlo también objeto de sus críticas.
Pero como bien dice el senador, en un proceso electoral nunca se sabe, el resultado puede ser lo mismo positivo que negativo, por lo que la moneda está en el aire, y, en mi opinión, no se puede afirmar, como en el pasado, que ya hay un ganador seguro y en una de esas el cierre será de película y el resultado nos dará sorpresas. Todo puede suceder.
Ahued lo tiene todo, dice el comercial de las tiendas del ahora morenista. La familia está de acuerdo, expresa el de las tiendas de la familia del tripartidista Velasco Chedraui. Casas Ahued, pues, contra tiendas y almacenes Chedraui. ¿Usted a cuáles piensa ir a comprar el 6 de junio?
¿A qué vino Beatriz Paredes?
En forma sigilosa transcurrió la visita que el pasado fin de semana realizó a Xalapa la exgobernadora de Tlaxcala, exdirigente nacional del PRI y delegada regional de ese partido en el sureste del país, Beatriz Paredes. Habría tenido reuniones con actores claves de la vida pública del Estado que están desencantados con el morenismo y que mueven una buena cantidad de electores. Pero las fuentes tricolores no soltaron detalles.
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