Los candidatos deben tener la aprobación del partido, deben llenar ciertos requisitos, deben haber pasado por un proceso. Pero si le da usted una buena lana, Zeferino Tejeda se pasa todo eso por el arco del triunfo. Por esa lana Zeferino omite el nombre del candidato legítimo y pone a quien él quiera. Así lo hizo con Margarita Hernández Martínez, quien después de pasar por todo el proceso, y ser declarada como candidata del PRI y de la alianza, Tejeda Uscanga no la inscribió a ella, sino que inscribió a María Luisa Salazar, quien era candidata de otro partido. María Luisa Salazar es incondicional de la actual alcaldesa panista de Tatatila, María Angélica Vázquez, quien, mediante esa candidata espuria, quiere seguir controlando el presupuesto de Tatatila. Seguramente fue mucha lana la que le dieron a Zeferino Tejeda, tanta como para pasar por alto al mismo Marlon Ramírez, quien seguía creyendo que su candidata del PRI era Margarita Hernández Martínez.
Ya se impugnó el nombramiento de la candidata espuria y seguramente la maniobra de Zeferino Tejeda será echada para atrás. Sin embargo, hay que exhibir a este sujeto al que 137 mil pesos mensuales no le alcanzan; como diría su expatrón Fidel, este cabrón no tiene llenadera.