Tras la noticia que fue revelada en el país asiático de Japón, donde dijeron que derramarían más de un millón de metros cúbicos de agua radiactiva acumulada sobre las aguas del océano, se generó el caos. Distintos países al enterarse de lo que el gobierno de Japón pretendía llevar a cabo se unieron para tratar de que esto no ocurra, pues causaría un verdadero daño a los mares y al mundo en general.
Algunos de estos países que se opusieron fueron Corea del Sur, Taiwán y China. Los tres mandatarios de estos tres países se unieron para impedir el plan de Japón de liberar agua radioactiva de la planta de energía nuclear de Fukushima en el océano Pacifico. Cabe señalar que Japón argumentó que el plan de derramar el agua infectada en las aguas del océano está planeado para dentro de dos años.
Corea del Sur dijo que la medida representaba un riesgo para el medio ambiente marino y la seguridad de los países vecinos, mientras que China señaló que está rotundamente en contra de las decisiones de Japón, el gobierno chino recalcó que lo que planean hacerle a las aguas del océano pácifico es un atentado al mundo entero. Ante la oposición de estos tres países, Japón, ha decidido liberar las aguas residuales nucleares de Fukushima en el mar sin respetar la oposición de los países vecinos, como diciendo que les vale lo que opinen.
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