Lo preocupante de esta situación es que Félix Salgado Macedonio bufa rencor y odio contra el INE, por esa razón, señaló que «irían por los siete (consejeros)». Ese es el Frankenstein de AMLO, ese es el resultado por solapar a un personaje impresentable, que siente indispensable para la democracia de uno de los estados más golpeados por la pobreza. ¡Pobre Guerrero, tan lejos de Dios y tan cerca del Toro Macedonio!
Por lo pronto, el máximo tribunal electoral, como Poncio Pilato, se lavó las manos y regresó la papa caliente al INE, para que sea éste quien finalmente determine si el Toro sin tranca debe aparecer en la boleta electoral del 6 de junio.