Para el joven Alan Jafer, su adicción a las drogas ya se estaba saliendo de control. Es por eso que él, por cuenta propia, decidió meterse al anexo La Piedad con la esperanza de que en este centro de rehabilitación lo ayudarían a dejar su vicio. Sin embargo, de ayuda no recibió nada y, por el contrario, este chico de sólo 21 años fue golpeado y maltratado hasta la muerte.
Según los reportes, uno de los trabajadores del anexo de Puebla llamó a los familiares de Alan Jafer para decirles que su pariente estaba mal herido. Al llegar al lugar, vieron que el chico de 21 años estaba lleno de golpes en la cara y costillas. Además de que, según las propias palabras de él, no le habían dado de comer en tres días.
Inmediatamente Alan Jafer fue llevado al hospital más cercano, pero al llegar, los médicos no pudieron hacer nada. Al momento, la Fiscalía General de Puebla comenzó la investigación por el asesinato de este muchacho.
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