*Soledad, la Antigua y Jalcomulco ronda la muerte
Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LO OCURRIDO la tarde del domingo en el puente colgante de Texolo, municipio de Xico, cuando un mujer de 60 años se desbarrancó y perdió la vida al caer de una altura de 90 metros tras romperse las endebles tablas de la infraestructura a la que nadie da mantenimiento, ni el ayuntamiento ni la Comisión Federal de Electricidad y, por lo tanto, ambas instancias ahora se echan la bolita, debe ser una llamada de atención a las autoridades, pues en Veracruz hay infinidad de rupestres pasaderos en iguales condiciones, y que en cualquier momento podrían ser colapsar y ser protagonistas de otra desgracia. Y es que si bien los puentes constituyen un atractivo turístico para lugares como Jalcomulco, La Antigua, La Palmilla en Tlapacoyan; en San Rafael y muchos otros sitios como Soledad de Doblado, lo cierto es que ningún municipio se preocupa por darles mantenimiento, y lo que es peor, jóvenes de manera irresponsable mueven como columpio los cables al paso de sus amigos provocando severos daños sin que exista vigilancia que lo evite. Ya en redes sociales, visitantes a las afamadas Cascadas de Texolo habían advertido en torno al peligro inminente que representaba el puente colgante. Un usuario escribió en el portal del atractivo el 7 de Agosto del 2017: “hoy fuimos a la famosa Cascada de Xico, Veracruz. Lugar al que fui muchas veces en mi niñez. Ésta vez se la quise enseñar a mis hijos y que decepción: el puente sin mantenimiento, los accesos mal hechos, el barandal al borde del colapso. Piden “propina” para mantener el acceso a la cascada limpio (gracias a la gente local). El gobierno no hace nada para tener este lugar impecable. Tanta belleza natural desperdiciada. Si sigue deteriorándose día tras día, es mejor dejarla cerrada para siempre ya que segundo a segundo se acerca el fatal accidente de alguna persona, incluso niños!!!!. Que lamentable situación.
Y ESO fue hace cuatro años, pero ahora que la tragedia sucedió, cuando por falta de mantenimiento a los maderos del puente colgante por parte del ayuntamiento xiqueño o de Comisión Federal de Electricidad –que ahí tiene una base- e, incluso, del Estado, una mujer de la tercera edad perdió la vida la tarde del domingo al caer de una altura de casi 90 metros tras la ruptura de las tablas expuestas durante años al sol y la lluvia, la autoridad municipal se lava las manos evitando reconocer su negligencia o indolencia, y en ese tenor la irresponsable alcaldesa, Gloria de Luz Galván Orduña responsabiliza a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) del lamentable accidente en que falleció la sexagenaria, luego de que los podridos tablones no resistieron su peso. Lo que si acepta la munícipe es que cuando la mujer caminaba en el puente colgante, las tablas se rompieron y cayó al fondo del barranco, lo que le provocó una muerte instantánea, hechos ocurridos la tarde del domingo, y acto seguido responsabiliza del accidente a la CFE, porque –según ella- la empresa ya tenía conocimiento del mal estado en que se encuentra el puente, y la paraestatal no ha hecho nada por arreglar el problema. “Le pedimos hacer un convenio, porque ni ustedes lo atienden ni yo, el día que pase algo la única que tendrá la culpa será la presidenta municipal… Yo lo empecé a componer sin permiso (pues no se ve donde), pero se trata de una zona federal”, dice Gloria Galván en descargo, y quien ahora dice temer que CFE cierre el acceso a las cascadas, lo cual afectaría a personas que viven del turismo (vaya frivolidad).
LAS PALABRAS de la Presidenta Municipal expresan indolencia y falta de respeto a la vida humana, porque si el puente como dice, ya estaba deteriorado, como autoridad municipal debió prohibir el acceso a esa infraestructura que ya cobró una vida inocente, y no echar culpas a posteriori, lavándose las manos por una muerte que pudo evitarse. La señora alcaldesa se ha dedicado a pavimentar solo calles visibles del centro, pero se ha olvidado de la periferia, y sobre todo da mantenimiento a calles adyacentes a un hotel de su propiedad a la entrada de Xico, pero nada de llevar obras a Texolo, pese a ver el principal atractivo de ese lugar. Dicen los empresarios que la señora no recibe a nadie, y cuando lo hace todo lo quiere resolver a gritos, y acaso por ello los escasos comerciantes cercanos al derruido puente se cansaron de tanto insistirle en la urgencia de reparar la vetusta infraestructura que segó la vida de una mujer cuyo delito fue presumir a sus familiares, que estaban de visita, las “maravillas” turísticas de la región.
AHORA QUE, no son los únicos puentes colgantes sin mantenimiento que en cualquier momento van a provocar una tragedia. El Soledad de Doblado, por ejemplo, a pesar de que ya se cuenta con un puente de concreto, camiones, incluso de pasajeros y particulares siguen usando la infraestructura de madera sobre el rio de ese lugar, construido a base de durmientes sueltos que datan de hace muchos años, y encima de estos otro puente por donde aún pasa el ferrocarril de carga. Solo para que las autoridades tengan una idea del peligro, es menester aclarar que el puente del Ferrocarril edificado sobre el río Jamapa, en la ciudad de Soledad de Doblado, es una grandiosa obra de mampostería y acero formado de dos pisos, el superior tiene una longitud de 228 metros por donde cruza el tren, y el inferior, de 113 metros es utilizado por peatones, vehículos, ganado y bestias de carga. Su construcción se inició por el año de 1815 para el servicio del camino nacional Veracruz-Córdoba-Orizaba-México, y la ejecución de la obra estuvo a cargo de un ingeniero español llamado Valeriano Madrazo, inaugurándose en el año de 1835. En suma, el puente tiene 186 años de vida y se encuentra intacto, tal como se puso en marcha, y si acaso han sido cambiados algunos durmientes sueltos que cuando se cruza por encima de estos, hacen un ruido estruendoso como si fueran a quebrarse.
POR ELLO no estaría de más que el Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, que está dejando un sello de represor e indiferente a los grandes problemas que afectan a los veracruzanos, pudiera ser recordado, por lo menos, como el que dio mantenimiento a los puentes colgantes del Estado que, como el de Texolo, ya cobró una vida, y acaso nadie se haga responsable de esa muerte que tiene el sello de la indiferencia y soberbia de las autoridades, incapaces de reconocer sus yerros, porque el accidente del domingo, se quiera o no aceptar, es culpa tanto del ayuntamiento como de Comisión Federal de Electricidad, y ambas instancias deberían atender a las víctimas directas e indirectas del caso, haciéndose cargo de gastos funerarios y dando una indemnización a los deudos de la mujer si es que aún tenía dependientes. Es por humanismo, y porque la ley protegería a los deudos en caso de denunciar los hechos, mientras que por otra parte, esos puentes son un atractivo turístico. OPINA [email protected]
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