Llegó navegando con bandera de inocente, engañando a todo mundo. Pero en su paso por la alcaldía de Emiliano Zapata fue pésimo; ineficiente, omiso, completamente grisáceo. Su presencia como administrador fue “no presencia”. Emiliano Zapata requería de una administración que transformara el municipio y sus comunidades en ciudades y pueblos ya del siglo XXI, pero Jorge Mier fue un alcalde del siglo pasado, de callecitas pavimentadas, sobre todo la suya y las de sus amigos. Ante su incapacidad patente, ante el riesgo de sólo ser un simple soplido, ante el riesgo de perder el municipio para Morena, ya se asoma el Mr. Hyde de este Dr. Jekyll de pacotilla.
Hace unos días se reportó que uno de los que aspirantes a la alcaldía de Morena, fue levantado, amenazado y advertido de que si no se baja de la contienda las consecuencias para él y para su familia serán funestas. Daniel Orozco Cervantes declaró: «Nos llevaron a una obra atrás de la iglesia en la Estanzuela. Pido seguridad para mí familia, también para los aspirantes. Me pusieron una metralleta en mi cabeza y me golpearon para que desistiera de mis aspiraciones políticas, me pidieron también dos millones de pesos».
Jorge Mier, a pesar de sus pocos merecimientos, quiere el pastel para él solito. Ya anda promoviendo a quien era su secretario, un tal Erick Ruiz, para la candidatura a la alcaldía; ya anda promoviendo a su mujer, a su secretaria y él ya se anda promoviendo como candidato a la diputación local. Por lo mismo, si ya tiene todo repartido, no le conviene que gente como Daniel Orozco le quiera quitar una rebanada de su pastel de aíre.
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