Armando Ortiz / Crescencia Díaz Vázquez, una joven mujer indígena, maestra de primaria de la etnia chol, en el estado de Chiapas, impugnó la candidatura de Manuela Obrador, prima del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. La prima del presidente fue postulada por Morena para una diputación federal por el distrito de Palenque, Chiapas. Sin embargo, la impugnación señala que esa candidatura corresponde a una persona integrante de los pueblos originarios. De acuerdo con las leyes aprobadas por el INE, el Congreso federal debe tener una representación del 6.5 por ciento de miembros de pueblos originarios o comunidades indígenas. Obvio, Manuela Obrador no es indígena, ella es la prima del presidente y por ello es postulada por Morena. La impugnación de Crescencia Díaz fue aceptada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Será la magistrada Mónica Aralí Soto quien elaborará el proyecto de sentencia a la impugnación. Vale señalar que, aunque el presidente llegó pregonando que el nepotismo e influyentismo se acabaron con su gobierno, por todos lados vemos a la familia Obrador, ya sea recibiendo paquetes de dinero, contratos en PEMEX y ahora buscando ser diputados federales. ¿Dónde quedó la congruencia?
En Ilamatlán también se cuecen habas. Alcalde Honorio de la Cruz y su síndica compiten por tener más protegidos
En Ilamatlán, un municipio de la región Huasteca Baja en el norte del estado de Veracruz, nos reportan actos de abuso de poder por parte de los protegidos de la síndica Eustolia Ramírez Hernández. El reporte indica que su asesor jurídico y secretario particular, de nombre Filiberto Hernández Tolentino, hace negocios con protección de la síndica. Negocios como venta, medición y reasignación de terrenos, sin tomar en cuenta a los dueños; negocio en los que todos se llevan sus dividendos. El peor de los casos es del daño patrimonial solapado por el alcalde Honorio de la Cruz Hernández, quien protege a Juan Ramírez Lara, secretario particular de la síndica, que en estado de ebriedad y sin comisión accidentó una camioneta pick up Nissan 2017, propiedad del ayuntamiento en el municipio de Tulancingo, Hidalgo en el año 2019. Por supuesto, el dinero de la reparación la pagó el ayuntamiento de Ilamatlán, solapando así al protegido de la síndica. También existen quejas del contralor Roberto Mariel Santos, porque hace descuentos injustificados al personal, quedándose con el dinero que descuenta. Se presume que el ORFIS anda tras del alcalde Honorio de la Cruz Hernández por las irregularidades de la cuenta pública 2019 y el mal manejo de su Contabilidad y Tesorería a cargo de Orlando Hernández de la Cruz, hoy flamante candidato de Movimiento Ciudadano a la alcaldía de Ilamatlán. Se dice que este sujeto obtiene recursos por parte del personal en nómina, pagándoles menos de un salario mínimo diario, todo esto con el consentimiento del alcalde y la síndica.
La vocación de servicio de Alfredo Adame: “Si la gente no vota por mí, me regreso a mi casa a comer 3 veces al día, en lugar de enlodarme los zapatos”
Para ser un funcionario público se requiere tener vocación de servicio. Por ello no se puede pedir a cualquier celebridad que sea candidato a un puesto de elección popular sólo por ganar votos gracias a la popularidad del famoso. Ejemplos tenemos muchos. Ahí está Cuauhtémoc Blanco como gobernador de Morelos o Sergio Mayer como diputado de Morena, dos personas que sólo buscan su propio beneficio económico o su lucimiento personal. El más reciente ejemplo lo tenemos en Alfredo Adame, quien ya dejó muy claro que lo único que le interesa de ser diputado es “chingarse” la lana; hacer negocios. Y ahora, después de que se descubrieran sus intenciones, Alfredo Adame muy digno le dijo a Carmen Aristeguio que si la gente no vota por él no pasa nada, se regresa a su casa a comer tres veces al día, a andar en moto los domingos, a divertirse y no a andarse enlodando los pies por la gente malagradecida que no valora su sacrificio. Vaya con el actorcillo, ponen en evidencia su intención de chingarse el dinero, y todavía se hace el muy ofendido.
Comentarios