La tarde del jueves 1 de abril personal médico se amotinó en las inmediaciones de la Escuela Naval Militar, en la Ciudad de México. Eran médicos de instituciones privadas que atienden pacientes covid que exigían ser vacunados contra el coronavirus. Sólo unos cuantos lo lograron, pero se acabaron las vacunas y ya no se pudo vacunar a más. Hasta las 20:00 horas se retiraron del lugar con la promesa de que Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México les resolvería el tema. Y es que el gobierno dice que no alcanzan las vacunas.
Pero cómo van a alcanzar si las vacunas están siendo traficadas personas influyentes de la 4T. Una prestadora de servicios de la Comisión Nacional del Deporte acudió al centro donde se vacunaba a los atletas de alto rendimiento que participarán en los Juegos Olímpicos de Tokio. Cynthia Maribel Leyva Roa llegó diciendo que la mandaba la jefa y pues que la vacunaran; y la vacunaron.
También en la Ciudad de México un fiscal, Abelardo Faro Padrón, titular de la Fiscalía en Coyoacán, gracias a sus influencias consiguió vacunas no sólo para él, sino para todos sus cuates. Por eso no hay vacunas para el personal médico, porque los influyentes de la Cuarta Transformación deben ser vacunados.
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