Irineo Domínguez Méndez / Uno de los parámetros más aceptados para medir el posicionamiento de los partidos políticos en la opinión de los electores son las encuestas; aún con los márgenes de error, no demeritan los resultados que obtienen; mucho menos cuando son realizadas por empresas que han ganado confianza a pulso. Es en este contexto que se puede emitir una opinión respecto a la aceptación de los partidos nuevos y compararlos con los ya consolidados.
Con los momios en contra desde el inicio del proceso electoral, los partidos nuevos abrieron sus puertas a todo aquel ciudadano que quisiera participar, sea como militante o como aspirante a cualquier puesto de elección popular. Redes Sociales Progresistas (RSP) arrancó con buenas perspectivas de crecimiento; pronto, actores conocidos se sumaron al liderazgo de Antonio Lagunes Toral, presidente estatal; últimamente sigue dando la bienvenida a gente como Elizabeth Morales y Fidel Kuri; ambos desprendimientos del PRI con aceptable capital político. Este instituto tiene integrados a muchos expanalistas; gente experimentada.
Fuerza por México (FxM) y Partido Encuentro Solidario (PES) no se han quedado atrás. Con la incorporación del exmorenista y exlopez-obradorista Gonzalo Vicencio FxM es conocido un poco más en Veracruz. Otro gran cuadro experredista que sumó con su experiencia fue Mara Cruz, responsable de asuntos electorales del partido. Al PES, dirigido por Gonzalo Guízar en Veracruz, se le desconoce la integración de políticos de renombre; tiene dificultades para integrar las planillas que participarán en la renovación de ayuntamientos.
De los cuatro partidos con registro estatal sobresale “PODEMOS”, instituto que aglomera exmilitantes del PVEM y del PRI. Gran parte de la desbandada que sufra el tricolor se sumará a sus filas. Unión Ciudadana, lidereada por el matrimonio Lobato-Toral, busca atraer militantes del PAN. No se le conocen nombres de actores políticos de renombre; sin embargo, “ahí la llevan”. El Partido cardenista no levanta; sus candidatos también son desconocidos; sin duda, acaparará “lastimados” del PRI. Todos por Veracruz, supuestamente ligado a Héctor Yunes, también está opaco y parece jugar el mismo papel que el Cardenista.
No puede soslayarse que, principalmente, los siete partidos nuevos, se beneficiarán de las desbandadas que sufrirán los siete partidos consolidados en el Estado. “No hay cama pa´ tanta gente” en las alianzas. El único problema que enfrentarán será incluir a los “bateados” dentro del periodo de inscripción, pues, fuera de éste, solo podrán hacerlo si renuncian los que hayan sido inscritos.
Las encuestas señalan que – hasta hoy – ninguno partido con nuevo registro lo conservará; el mejor el posicionado, actualmente, alcanza un 1.8% de la votación. Significando el 2021 “debut y despedida”. Las dos alianzas de los partidos consolidados colocan en grave riesgo a los nuevos en Veracruz. Los tres partidos nacionales le apuestan, en el último de los casos, a “ganar” el registro en los estados donde obtengan el 3% de la votación del proceso federal; cuestión que, quizá, uno de ellos, lo logre en Veracruz.
La práctica política de hacer política práctica exhibe a los partidos como entes integrados únicamente para “mamar de la ubre del erario público”. Exponía en un artículo anterior que encabezarían las listas de diputados plurinominales quienes invirtieron en “proyecto político” de los partidos nuevos. Ya se comprobó el pronóstico.
Otro sí digo. – El OPLE pide más dinero para el proceso electoral a pesar de que sus oficinas están vacías; quienes acuden “a laborar” desempeñan arduas tareas en el celular, “chateando”. Chéquenlos.
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