No sólo era una mujer salvadoreña, se llamaba Victoria Salazar y tenía visa humanitaria. La tarde del domingo un grupo de cuatro policías la detuvo ante la llamada de un particular, que por estar alterando el orden. Los policías la detuvieron, la sometieron y ya en el suelo una mujer policía le puso la rodilla en la columna vertebral, causándole un daño que la llevó a la muerte. Victoria Salazar, según el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, tenía dos hijas que deja en el desamparo; el gobierno de El Salvador dice que se hará cargo de las dos menores.
El mismo presidente de El Salvador reconoce a los policías de Tulum, Quintana Roo como criminales, pues ellos le quitaron la vida a su conciudadana: «Veo a miles de mexicanos indignados, exigiendo justicia para nuestra compatriota. Ellos están igual de indignados que nosotros. Que no se nos olvide que no fue el pueblo mexicano quien cometió este crimen, sino unos crimínales en la policía de Tulum».
Las autoridades en Tulum ya entregaron a la Fiscalía del estado a los cuatro policías para que respondan por la muerte de Victoria; se exige justicia ante la brutalidad de unos policías que no miden su violencia. Sirva este llamado de atención para que otros estados, como Veracruz, entiendan que la ley no led a permiso a la autoridad para que abuse de la fuerza en contra de los ciudadanos.
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