Aparte de las tonterías de Cuitláhuac García, su manera omisa de gobernar y su estulticia desbocada, ¿quién de su gabinete ha hecho más daño al pueblo de Veracruz? La respuesta es obvia, el secretario de Gobierno, Éric Cisneros Burgos. ¿Acaso no se acuerda el gobernador que las primeras mentadas de madre se las dedicaron en Chinameca gracias a este oscuro personaje y su forma errónea de manejar la política interna? Desde ese momento lo debió limitar para después relevarlo por alguien con más oficio político. Pero no, lo dejó, y éste convirtió el palacio en una agencia de colocaciones para damas aspirantes a funcionarias. Pero eso es lo de menos.
La manera como se ha peleado con todos los grupos sociales, con periodistas, empresarios, alcaldes, diputados, ciudadanos y más lo descalifican como un hombre de diálogo. Por ello, la versión del periodista Edgar Hernández de que Bola 8 se iba para buscar una diputación plurinominal causó más entusiasmo y alegría que certeza. La verdad es que era difícil creer que el Bola 8 se fuera, pero muchos cruzaron los dedos para que fuera cierto.
Sin embargo, no es que el señor secretario de Gobierno tenga muchas cosas que resolver en el gobierno de Cuitláhuac García, antes bien muchos coinciden en que Eric Cisneros seguirá haciendo su voluntad en palacio mientras tenga amagado (vaya usted a saber con qué) al gobernador del estado. Pero qué bueno hubiera sido que se fuera; para el gobernador hubiera sido quitarse el 80 por ciento del lastre que ha cargado en los últimos 28 meses. Para los ciudadanos hubiera sido como respirar un poco de aíre puro.
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