Filiberto Vargas Rodríguez /
Prefacio.
El peso político de Elizabeth Morales García (exdirigente estatal del PRI, exalcaldesa de Xalapa y exdiputada federal) ya había sido reconocido por sectores muy influyentes de la Cuarta Transformación en Veracruz. *** En la primera mitad del 2020, recién había iniciado la pandemia, un emisario del secretario de Finanzas, José Luis Lima, se acercó a Elizabeth y le pidió su apoyo, que pusiera su capacidad de operación política, para impulsar la campaña de una dama, ya diputada local, que pretendía competir por la alcaldía de Xalapa. *** Elizabeth Morales, quien se sentía agraviada por los actuales dirigentes en el PRI, aceptó dialogar con la aspirante a la alcaldía capitalina. Le dio un diagnóstico muy completo de la situación electoral en Xalapa y le ofreció ayudarla, a cambio de que en su planilla se integraran, precisamente, quienes se habrían de encargar de la operación. *** Al término de la reunión, ambas mujeres parecían haber salido satisfechas, dispuestas a trabajar juntas para sacar adelante el proyecto. Días después, el mismo emisario de la Secretaría de Finanzas le habló para disculpare: “La diputada lo pensó mejor y prefiere dejar para otro momento sus aspiraciones”. *** El resto ya se conoce. El siguiente en buscarla fue Gonzalo Vicencio, en su papel de encargado de la dirigencia estatal de Morena. Ya no le propuso que ayudara a alguien de su partido, sino que fuera ella misma la candidata. “No hay en Morena, salvo el senador Ricardo Ahued, nadie que iguale tu potencial en Xalapa”, le dijo. *** Gonzalo Vicencio, sin embargo, cometió un error: se confrontó con el gobernador, quien al final impuso su voluntad y consiguió que desde Palacio Nacional “convencieran a Ahued” de que jugara por la alcaldía. *** Elizabeth Morales, sin embargo no es de las que se cruzan de brazos. Este fin de semana en el puerto de Veracruz, el dirigente nacional del partido Redes Sociales Progresistas (RSP), José Fernando González Sánchez, la presentó como Coordinadora Nacional de ese partido en Veracruz. *** “Hoy me siento muy contenta de estar aquí, de sumarme a este nuevo partido con nuevos proyectos y con nuevos rostros. De iniciar un nuevo camino, de renovarme a su lado”, les dijo Elizabeth a los presentes. *** El trabajo coordinado de Elizabeth Morales con el dirigente estatal Antonio Lagunes y el Comisionado Nacional Jorge Callejas Hernández, le dará a RSP un fuerte impulso a Veracruz, ya lo verán.
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En la construcción de sus propuestas electorales rumbo al 6 de junio, Morena en Veracruz tiene claro que un obstáculo adicional al que deberán enfrentarse, es a los órganos electorales.
Perciben que hay un interés muy marcado de frenar a los candidatos de Morena y, por lo tanto, están tomando todas las precauciones para evitar caer en conflictos legales.
Por ello han girado instrucciones muy puntuales a todos los que aspiran a una candidatura de la alianza “Juntos Haremos Historia” (Morena, PT y Verde): “Cuiden mucho su comportamiento, asuman que cada paso que den se los estarán revisando y si se equivocan, no lo duden, puede ser inhabilitados”.
Y a pesar de la insistente recomendación, ha habido aspirantes a cargos de elección que, desesperados, por no conseguir la ratificación de su candidatura, pasan por encima de las más elementales restricciones plasmadas en las leyes electorales.
Ese es el caso de Román Bastida Huesca, alcalde con licencia de Vega de Alatorre, quien se ha empeñado en brincar de esa posición a la diputación local y no sólo eso, sino que, además, pretende “heredar” la alcaldía a su esposa.
Producto de esa ambición desmedida, Román Bastida ha incurrido en errores propios de alguien que incursiona por primera vez en la política (a pesar de que él ha sido en tres ocasiones presidente municipal y tiene más de tres décadas viviendo del tesoro público). Todo ello ha quedado documentado y ya se abrieron carpetas de investigación en la Fiscalía especializada en temas electorales.
Entre las más graves pifias cometidas por Bastida Huesca, destaca aquella en la que convocó, mediante un oficio emitido por el ayuntamiento a su cargo (en ese entonces aún no pedía licencia) a una reunión con alcaldes y actores políticos del Distrito VIII, para “presentarles su proyecto, con miras a la contienda electoral del 2021”, lo que –como es evidente- se encuadra en el delito de actos anticipados de campaña, además de que habría utilizado recursos públicos para la promoción de su imagen y su proyecto político.
Y eso no fue todo.
Alguien le hizo creer que por el hecho de haber solicitado licencia a su cargo como Presidente Municipal, ya podría lanzarse a hacer proselitismo sin imitación alguna, y por ello volvió a incurrir en actos de ilegalidad.
En calidad de alcalde con licencia y aspirante a la candidatura para la diputación local, Román Bastida realizó un recorrido por diversas dependencias de los gobiernos estatal y federal, con el fin de “realizar gestiones en beneficio de la población”, pero además las difundió en sus redes sociales lo que, según la denuncia presentada, significa que él y los servidores públicos mencionados en sus publicaciones “realizaron actos con el fin de posicionar al ahora denunciado Bastida Huesca ante el electorado como precandidato a la Diputación por el Distrito 8° Local, actualizando las hipótesis contenidas en las fracciones III y IV del artículo 11 y 14 de la Ley General en Materia de Delitos Electorales”.
La carpeta iniciada por estos hechos asienta, además, que los servidores públicos que aparecen en las imágenes, “se encuentran proporcionando servicios a favor de Bastida Huesca para sus intereses y proyectos personales y éste a su vez realiza dichas públicaciones para generar ante el electorado un condicionamiento de los beneficios a que pueden acceder en caso de sufragar a su favor, lo que a todas luces es una conducta, típica, antijurídica y punible, en agravio de la función electoral y de mi patrimonio jurídico”.
Y para rematar, hay –dicen- una denuncia adicional, ya no en contra de Román Bastida, sino de su esposa, quien también estaría operando de manera irregular su precampaña por la alcaldía.
Justo eso es lo que ha querido evitar la 4T con sus candidatos.
A Román Bastida Huesca hoy no sólo le pesa su caída vertical en las encuestas que se han realizado en su distrito, sino, además, el desaseo con el que se ha comportado.
En Palacio de Gobierno tienen muy presente que él fue uno de los patrocinadores de la movilización que realizó Gonzalo Vicencio a la Ciudad de México, cuando busca aferrarse a la dirigencia estatal de Morena.
Sus errores hoy lo están condenando.
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Epílogo.
Hay casos en los que, por el contrario, se recurre a la felonía, a la infamia, para conseguir algún beneficio político o, por consecuencia, el perjuicio de sus contrincantes. Es una práctica que cada vez se hace más común pero que –pocos lo saben- está tipificado en la ley y el responsable puede ser sancionado. *** Ese es el caso del productor agrario Ramón Martínez Tress, aspirante a la alcaldía de Isla, de quien ahora circulan ataques cobardes, en los que se le vincula –sin prueba alguna, ni testimonio que lo avale- con bandas del crimen organizado. *** Martínez Tress dio a conocer que no dejará pasar esos ataques y habrá de responder con las herramientas que le proporciona el estado de derecho. Por lo pronto se ha acercado a un profesional equipo jurídico para exigir la reparación del daño moral que le están causando y sancionar a quienes lo acusan de forma tan ligera. Esto tendrá sus consecuencias. *** Si algo se les había criticado a los dirigentes de la coalición “Veracruz Va” (PRI, PAN y PRD) era que no habían sabido desprenderse de sus intereses y compromisos de grupo, al momento de construir una propuesta conjunta para Xalapa. *** Unos argumentando que históricamente eran los más ganadores, otros insistiendo en que tenían “los mejores números” en la capital del estado, y otros más asumiendo que su propuesta era “la más sólida”. Lo cierto es que nadie quería ceder, y en una negociación, si nadie cede, no se alcanzan acuerdos. *** Apenas la semana pasada Marlon Ramírez, dirigente estatal de PRI, reveló que la construcción de la alianza para Xalapa se había roto por la necedad del dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, de imponer como candidato a su abanderado, Sergio Hernández, a pesar de que todos los sondeos demostraban que no le alcanzaban los números para conseguir la victoria. *** ¿Por qué no definir la candidatura mediante una encuesta?, se le inquirió. “Lo propusimos. Le dijimos que se acordara la alianza sin candidato y que una medición definiera entre las tres propuestas. No quiso”. *** Las posibilidades, sin embargo, no están agotadas. Este fin de semana uno de los aspirantes (Cuauhtémoc Velázquez, del PRD) en un acto de congruencia y compromiso con la ciudadanía, anunció su decisión de “dar un paso al costado”, lamentando que “los egos personales se sobreponen al rescate de la ciudad”. *** Ojalá que esta postura, valiente y propia de un hombre con altura de miras, sirva como acicate para que los tres partidos se vuelvan a sentar y construyan la propuesta que requieren los xalapeños.
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