Pues resulta que estas personas eran los familiares de los sujetos abatidos, quienes entre llanto y lágrimas preguntaban por qué los habían matados. Sin embargo, la frase que más llenó de indiferencia la escena del crimen era la de una señora que, con la voz entrecortada, dijo: «Era sólo un niño».
Aunque al final de tiroteo todo se tornó muy triste y depresivo, la verdad es que estos “niños” no eran palomillas blancas ni mucho menos unos angelitos, ya que uno de los tres abatidos fue encarcelado el pasado 2017 por robar celulares, pero quedó en libertad, mientras que los otros dos fueron captados en cámara luego de que balacearan a un automovilista para robarlo. Pero ya ve lo que dicen: «Para una madre, ningún hijo es malo».