En 2019 y de acuerdo a datos del instituto Nacional de Geografía y Estadística, Inegi, el presidente López Obrador podía afirmar que México era un pueblo feliz, feliz, feliz: «Sostengo que el pueblo está feliz, feliz, feliz y me voy a apoyar en una encuesta que hizo el Inegi recientemente donde la gente manifestó que está feliz… esa es mi fuente». No había pasado un año del gobierno de la Cuarta Transformación; tampoco la pandemia del covid. Más de un año después la encuestadora Gallup, una de las más prestigiadas a nivel internacional destaca en su sondeo de la felicidad mundial que México cayó 23 lugares de su anterior posición sobre la encuesta de la felicidad.
Comparada con los índices de 2017 al 2019, en el año de 2020 los mexicanos dijeron ser menos felices. Por supuesto que la pandemia del covid-19 tuvo mucho que ver. Sin embargo, los analistas deducen que mucho tuvo que ver el manejo de la pandemia por parte del gobierno federal; un mejor manejo de la pandemia hubiera evitado los casi 200 mil muertos (cifras oficiales), por lo que la gente no hubiera sido tan infeliz.
Pero el gobierno de la Cuarta Transformación, que prometió bajar la gasolina, la luz, el gas y otros insumos no ha cumplido, y eso también provoca preocupación, estrés e infelicidad. No, ya no puede presumir el presidente que México es un país feliz, y las decisiones que está tomando se traducirán en menos felicidad.
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