En 2020 sucedió algo similar. El entonces presidente Trump amagó con subir aranceles a ciertos productos de importación mexicanos, si México no contenía a los migrantes en su frontera sur. Semanas antes el presidente López Obrador había dicho que México recibía con los brazos abiertos a los migrantes; después del amago hasta a madrazos tuvo que regresar a su país a los centroamericanos.
Está de más que el presidente insista en que las vacunas de EEUU a México son incondicionales. Biden sabe que a López Obrador su gobierno le truena los dedos, le dice salta, y luego le da su premio.