Sin embargo, el perrito siempre fue fuerte y la vida le daría una oportunidad para pasar sus últimos días en paz. Fue en 2019 cuando un grupo de rescatistas italianos, encontraron a este perrito vagabundo en pésimas condiciones y con una edad avanzada. Ellos le dieron el tratamiento necesario y con la ayuda de un carrito, el can volvió a dar nuevos pasos y a vivir una vida alejada de la calle.
Sin embargo, para el que se quedó con el perrito, faltaba darle algo más, un sueño más por cumplir para su mascota. El dueño organizó un viaje a la playa para que Lázaro conociera el mar. “Nada más llegar cambió de expresión y, acercándose al agua, saltó como si quisiera bucear. Era un niño feliz”