El presidente invitó a Romero Deschamps a que se retirara. Romero Deschamps aceptó. Lo que parece una negociación incluye: Una pensión con el 100 por ciento de su salario, despensa mensual, gas, gasolina y aguinaldo completo, seguro de vida, servicios médicos para él y para su familia y gastos funerarios, por si la familia no tiene para eso, no vayan a enterrarlo en una caja de pino; claro, todo lo que un jubilado en México obtiene.
Es vergonzoso, bochornoso. Si López Obrador fuera congruente con su lucha contra la corrupción, Romero Deschamps estaría siendo investigado por Santiago Nieto y llevado ante la justicia, para que cumpla una sentencia, aunque sea en arresto domiciliario. Pero ya vimos que eso del combate a la corrupción es una mascarada.