Lo ocurrido no pasó desapercibido y si se pone un poco de atención, cuando el árbitro abre de más sus piernas, se puede observar el chorro de orina caer. Pese a esto, los que saben dicen que el momento chusco de Denis Da Silva pasó desapercibido gracias a su “buena actuación”. Al final del juego, el Boavista se llevó la victoria con un tres a cero a favor.
Sin embargo, en la red no perdonaron al árbitro central y dijeron que acciones como ésta no se pueden permitir en un partido profesional, pues, además de la cochinada que hizo, había mujeres en el campo de juegos. Otros tantos dijeron que «más vale miar, que andar miado».