Dos películas recuerdo de Isela Vega, películas prohibidas que tuve que esperar a cumplir al menos 16 años para pasar de cachirul al reestreno en la sala del cine Radio de Xalapa. Esas películas son Muñecas de Medianoche y Naná. Las dos protagonizadas por Isela Vega. Muñecas de medianoche es una película singular, muy propia del cine de ficheras de los años setenta en México. En esta película se reúne a los artistas más icónicos del cine de esa época: Isela Vega, Jorge Rivero, Sasha Montenegro, Andrés García, Carmen Salinas, Rafael Inclán, el “Güero Castro, la Princesa Lea, entre otros. La película Naná está basada en la obra de Emile Zola y comparte créditos con Irma Serrano y Verónica Castro.
Eran otros tiempos, un cine sin tapujos, sin estorbosos moralismos; un cine que contaba una historia, porque esa es la finalidad esencial del cine, contar una historia. En ese entonces Isela Vega ya era un ícono del erotismo nacional. Los adolescentes de mi época veíamos sus fotos a escondidas en la revista Caballero o en los posters de los talleres mecánicos. Isela Vega fue algo más que una simple actriz, era el sueño de muchos chamacos chaqueteros que nos metíamos al cine Radio a ver sus películas, porque en ese tiempo no teníamos smartphones, ni páginas porno en internet.
Al final de su vida me dio gusto ver a una Isela Vega en películas tan destacadas como La ley de Herodes, El Infierno o en la serie La casa de la Flores donde lleva a cabo papeles magistrales. Muere Isela Vega a los 81 años y con ella se va una época completa. Muere Isela Vega, una mujer trasgresora que rompió los cánones del feminismo, que creo sus propios cánones, que se mostró mujer plena, sin falsos moralismos; mujer en toda la extensión del placer.
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