Los agravios de Cuitláhuac García, al acusar que la suegra de Fernando Yunes había usado documentos falsos para ser vacunada y que por influencia se había saltado la fila para ser la primera, no fueron contra el alcalde del puerto de Veracruz, sino contra una mujer, adulta mayor, que se inscribió correctamente en el registro de vacunación desde el 6 de febrero de 2020, que comprobó vivir en el puerto de Veracruz, vecina del Fraccionamiento Reforma y que mostró como evidencia una fotografía donde se ve que está desde muy temprano sentada afuera del Club de Leones, esperando su turno para ser vacunada.
Al querer irse contra Fernando Yunes, el gobernador insultó a una ciudadana que hizo todos los trámites correctos para recibir la vacuna contra el covid; Cuitláhuac García la acusó de corrupta, de valerse de sus influencias para engañar al sistema y así ser vacunada cuando no lo merecía. ¿Acaso Cuitláhuac García se va a disculpar ahora que se han presentado las pruebas?
No se va a disculpar porque el cretinismo y la estulticia son el signo de Caín que marca su frente. Ahora entendemos el disgusto del alcalde de Veracruz quien declaró sobre el tema: «El gobernador del estado es un estúpido y un estúpido dice estupideces». Aquí están las pruebas. Sí fueron las estupideces de un estúpido.
Comentarios