Cuenta la leyenda que Gabriel Deantes tenía un puesto de teléfonos celulares en Tampico, Tamaulipas, pero su primo Alberto Silva lo trajo a Veracruz para ponerse a la orden de Javier Duarte de Ochoa. Poco a poco Deantes se fue ganando la confianza de Duarte (acaso le viera pocos escrúpulos), tanto que pasó de ser de un simple asistente a ser el que operaba buena parte de los recursos en efectivo del exgobernador. Sigue relatando la leyenda que fue con Gabriel Deantes con quien el partido Morena operó recursos.
Al menos hay testimonios de que Deantes sugirió eso en su momento. Algo de verdad debe de haber, pues Deantes ha sido uno de los intocables del gobierno de Cuitláhuac García. Es el Juzgado Decimoséptimo de Distrito quien ordenó su aprehensión, ello derivado de una investigación que la Fiscalía General de la República lleva a cabo. Gabriel Deantes está acusado de desviar 891 millones de pesos de recursos federales.
Él lo sabe, por eso se ha estado amparando desde el 2016, apenas terminado el gobierno de Javier Duarte. Sólo falta que esa orden de aprehensión se haga efectiva, pues el exfuncionario duartista ha sabido, hasta el momento, evadir la justicia. La otra es que el gobierno de Cuitláhuac García abogue por él. Ya ven, Morena, el partido en el gobierno está apoyando a su primo Alberto Silva para que sea candidato a la alcaldía de Tuxpan.
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