Mucha indignación causó entre la población que el Gobierno Federal levantara un muro de acero para evitar que las mujeres que se manifestarán el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, pudieran acceder a las puertas de Palacio Nacional con su protesta. Sin embargo, hubo mujeres que le encontraron el lado práctico y positivo a ese muro de acero.
Desde la tarde del sábado se lanzó una convocatoria en redes sociales que decía: «Estamos pintando los nombres de las víctimas de feminicidio en las vallas de Palacio Nacional… quien pueda, ¡jálese!». Y las mujeres se movieron hasta el Zócalo de la Ciudad de México con pintura y con la lista de las víctimas de feminicidio durante este sexenio.
Han convertido el muro de López Obrador, en el mural de la ignominia de la 4T. Vale mencionar que el presidente de México insiste en no creer en la palabra de las víctimas, a quienes les dijo «ya chole», como pidiéndoles que ya dejen de estar fregando con el caso de su amigo Félix Salgado Macedonio, acusado de violación por cinco mujeres.
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