El resultado de haber sido diputada federal sin presencia en la Cámara, sin propuestas que beneficiaran a los xalapeños, sin ganas de hacer un trabajo importante por su distrito, se ve en los recorridos que Dorheny García Cayetano realiza por las colonias de Xalapa, que forman parte del distrito que ella representaba. A Dorheny García, por solicitud de su pariente Cuitláhuac García, le regalaron la diputación federal vía plurinominal. Ella, que tuvo la oportunidad de hacer capital político, sólo se durmió en sus laureles. No se recuerda una sola de sus intervenciones en la Cámara de Diputados; ni siquiera una pifia.
Ahora que le toca caminar para buscar el voto, previo a que le den la candidatura de Morena para una diputación local, Dorheny se da cuenta que ella es una perfecta desconocida; es tan insustancial que puede pasar como una muchacha que anda preguntando dónde queda la tortillería más cercana.
Dorheny sube sus fotografías de sus recorridos en las redes sociales, esperando una explosión de “likes”. ¿Con qué se encuentra? Con la apatía e indiferencia de una ciudadanía que no tenía noticias de ella. Después de una hora de subir sus fotos, por ahí dos solitarios “like” adornan sus posibilidades de ganar; y uno es de su pariente, el primer damo de Veracruz, Tonatiuh García.
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