El hombre disfrutaba de llegar a su cabaña y sacar del baúl repletos de billetes para acostarse con ellos en una cama donde se daba baños de dinero. Un día el hombre conoció a una jovencita. La jovencita se fue metiendo en su vida a tal grado que comenzó a llevarla a la cabaña. Una tarde de domingo llegó a su cabaña y se dispuso a sacar sus billetes, pero ya no estaban, de inmediato trató de localizar a la jovencita pues ella era la única sospechosa de haber robado los billetes de John. Por más que hizo por localizarla no hubo rastro de la joven.
Un día su esposa llegó a su domicilio donde siempre había vivido con John durante más de 40 años. En su interior se encontraba su mascota a un lado de su esposo sin vida. John se había quitado la vida después de haber perdido todos sus ahorros. Junto al cuerpo de John había una nota que decía: «Amor he decidido morir porque la vida ya no tiene caso».
Después de perder su dinero, el sujeto optó por suicidarse, pues sabía que no podía contarle a su esposa sobre el robo que le había hecho su amante y no soportaba la idea de haber perdido todos sus billetes.