«Estás actuando como una niña», la reprendió uno de los oficiales. «¡Soy una niña!», le aclaró la menor entre llantos. Tras unos minutos de forcejeo, la amenazaron: «Es tu última oportunidad antes de que te rocié gas en los ojos», le dijo una policía. Otro intervino: «Sólo rocíale gas», dijo. El policía argumenta que tuvo que actuar así para garantizar su seguridad.
El domingo, en una conferencia de prensa, el subjefe de policía Andre Anderson dijo que la menor había mostrado conductas suicidas y que tuvieron que actuar así para garantizar la seguridad de la niña. Cabe señalar que es la segunda vez en un año que policías de Rochester son acusados de actos violentos contra ciudadanos negros.