La respuesta ante el problema fue maravillosa para el set, pero para la “Chilindrina” no tanto, pues a la larga, tener los pechos vendados le saldría caro, pues la actriz sufrió de acumulación de grasas, inflamaciones, y lo peor, el crecimiento de tumores benignos; por suerte estos no se convirtieron en cáncer de seno.
“Me tuvieron que operar y poner unas prótesis, después no me gustó porque las prótesis eran grandes, y quítalas, y me quedaron unos hoyos, no sabes lo que he sufrido yo por mi Chilindrina. Y la última vez que me operé fue para quitarme las dos prótesis porque creían que tenía yo cáncer”, confesó María Antonieta de las Nieves.