Nuevamente y cada que una tormenta descargue su lluvia sobre la ciudad de Xalapa, la calle de Allende, la gran obra de la administración de Hipólito Rodríguez, se inundará una y otra vez. Sólo falta que se le ocurra abrir de nuevo la calle para poner otro tubo colector. Así como la calle Allende estará la ciclovía. Una ocurrencia que tiene divididos a los xalapeños. Los vecinos de Ruiz Cortines, los más afectados, rechazan la imposición de una obra que de origen está mal planeada, mal diseñada. Los ciclistas sin dignidad se conforman con ese espacio, piensan que el alcalde de Xalapa piensa en ellos y los incluye en sus proyectos. No entienden esos ciclistas que no hay tal ciclovía, no existe tal obra.
Poner unos topes verdes para delimitar una ruta no es ciclovía, sobre todo porque se sigue exponiendo al ciclista a los conductores que pasarán a un lado de ellos. A eso agregue que los autos de los vecinos estarán sobre la vía, estorbándolos. Así como la obra de la calle Allende tuvo que ser remodelada, así la pretendida ciclovía.
Ya hay trabajadores levantando los tomes que pusieron, ya están pensando en remodelar una obra que de origen es un fracaso. Si los ciclistas tuvieran dignidad exigirían una verdadera ciclovía, bien planeada y construida exclusivamente para ellos. Pero no hay dignidad.
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