Ícono del sitio Libertad Bajo Palabra

Vasconcelos sigue sin alcanzar a Morena

Mussio Cárdenas Arellano / Años de repartir despensas y bastones y sillas de ruedas, de pisar la tierra pobre y derrochar a manos llenas, dispensar trabajo y exprimir al que invierte, de hablar con la verdad y regodearse en la mentira. Y Carlos Vasconcelos sigue sin alcanzar a Morena.

Años así, siendo el contraste de sí mismo, el que lleva ayuda para generar agradecimiento, viralizando en redes un altruismo que no lo es, porque el que divulga la caridad revela la mezquindad de su alma.

Por años, el ogro filantrópico ha irrumpido en la zona marginada, el Coatzacoalcos por el que no pasó Dios, con el tomate y la reja de huevos, el litro de leche y la bolsa de azúcar, o concitando el halago porque sólo el líder obrero se empolva el zapato llevando alivio al enfermo o transita entre los lodos de ejidos y congregaciones. Y todo con tal de ganar votos.

Aún así, al virtual candidato de la coalición PRI-PAN-PRD no le dan los números hoy para ganar la presidencia municipal de Coatzacoalcos y echar del poder al partido de López Obrador.

Le quedan cuatro meses para revertir la desventaja. Lo supera Amado Cruz Malpica, virtual candidato del partido Movimiento de Regeneración Nacional por más de ocho puntos, según resultados de la encuesta elaborada por Grupo Consultor Santoyo y Asociados.

El sondeo, elaborado entre el 16 y el 24 de enero, arroja un 40 por ciento de intención de voto para Amado Cruz Malpica y 31.6 para Carlos Vasconcelos. Se trata del Escenario 1 y refleja la diferencia entre los dos punteros en las preferencias ciudadanas. La ventaja del morenista es de 8.4 puntos.

Otro “cara a cara”, el Escenario 4, muestra al precandidato de Morena, Amado Cruz, contra Rafael García Bringas, a quien aún se evalúa en la mesa nacional de la alianza Va por México como un potencial candidato a la alcaldía de Coatzacoalcos, pese a que se le busca acomodo en la contienda por la diputación local.

En ella, Amado Cruz desciende a 39.2 contra 27.4 de García Bringas. Su ventaja, sin embargo, se amplía a 11.8 puntos.

Lo notorio es que Carlos Vasconcelos mantiene una exposición pública de cinco años —fue contendiente por el PRI en 2017, fracasando en el intento— y García Bringas se mantiene al margen de la política desde hace seis años cuando en 2015 pretendió ser diputado federal por Coatzacoalcos y sucumbió ante Rocío Nahle García, de Morena pero apuntalada subrepticiamente por grupos allegados al ex alcalde priista Marcelo Montiel Montiel.

“La Amenaza”, apelativo con el que se conoce a Carlos Vasconcelos desde sus años mozos y sus días de destrampe, se halla en su techo de intención de voto. Ya no crece más. Alcanzó su principio de Peter, su nivel de incompetencia, y ahí se quedará.

García Bringas, en cambio, viene de la nada, del ostracismo político, seis años sumido en el silencio y marcado por una derrota que le asestó el propio PRI. Y se acerca a la preferencia electoral de Amado Cruz Malpica, a riesgo de rebasar a “La Amenaza” Vasconcelos.

Morena aún es marca vendedora pese a sus lastres. Un gang emergido de sus filas, el del alcalde Víctor Manuel Carranza Rosaldo, ha devastado a Coatzacoalcos. Lo sumió en el estancamiento, en una crisis de violencia, en el fango de la corrupción, disponiendo de recursos para los caprichos morenistas y los negocios de la Cuarta Simulación, acuerpando rufianes, uno muerto, Aarón Ayuso, por el narcomenudeo de su mujer; otro, Jairo, en la cárcel por secuestro; uno más, Joel Arellano, escandalizando por retener un vehículo que no quiso pagar; otra, Yolanda Sagrero, disponiendo de ayudas a la Universidad Tecnológica de Coatzacoalcos a espaldas de cabildo, y el más célebre, Miguel Pintos, implicado en la falsificación de un acta de cabildo para despojar al concesionario de las canchas con pasto sintético para consumar el atraco del Parque Central Miguel Hidalgo.

Tres años perdidos, con obras de relumbrón, alcalde tapabaches con los peores tiempos de ejecución, y una guerra fratricida con el Sindicato Único de Empleados Municipales que tomó las calles, lanzó arengas, protestó y su líder, Gersaín Hidalgo Cruz, llegó a amenazar con quemar el palacio municipal y luego cerró los accesos a Coatzacoalcos, bloqueó el paso de vehículos al túnel sumergido que une a la cabecera con la congregación de Allende bajo el río y amaga con una huelga que sería el tiro de gracia Morena y su edil.

Carranza Rosaldo es una piltrafa de alcalde. Abusivo, arbitrario, usa el poder para transgredir la ley, manipular los acuerdos de cabildo, empleando a una marioneta, Eusebia Cortés, la de la primaria, secundaria y prepa en un semestre, la de lenguaje florido y trifulcas en las redes, que hoy aspira a ser —¡que truene el Cielo!— diputada local, o los Benitos Sorianos, los Oliver Damas, los Felipe Rodríguez, lacayos levanta dedos que han servido de corifeos del presidente municipal.

Son la mafia en el poder. Y eso se paga en las urnas.

Morena, sin embargo, resiste los bandazos del alcalde. Siendo bastión del PRD, hoy de López Obrador, mantiene un voto cautivo, voto duro, voto a ciegas. Aún con las corruptelas, los pincelazos de abuso, la patética ignorancia política, su inutilidad para resolver problemas, su precaria e infame obra pública, Morena vende.

El problema viene cuando a la etiqueta Morena se allega el nombre del candidato. Entonces baja.

En septiembre de 2020, la encuestadora Tresearch le tomó el pulso a un sector de los electores. Sus cifras daban 44 por ciento de intención de voto a Morena, 1.4 al Partido del Trabajo y cero al Partido Verde Ecologista de México. PRI, PAN y PRD aún estaban coaligados. La suma de sus preferencias alcanzaba sólo el 15 por ciento.

Cuatro meses después, ya con Amado Cruz Malpica como virtual candidato, Morena registra 40 por ciento de intención de voto, según sondeo de Santoyo. Ha perdido cuatro puntos, uno por mes. Con esa tendencia, llegará a la elección del 6 de junio con 36 puntos, sumamente competitivos.

Veracruz Va, la alianza opositora integrada por PRI, PAN y PRD, creció de septiembre a enero, 17 puntos, ya perfilado Carlos Vasconcelos a la alcaldía de Coatzacoalcos. Pero “La Amenaza” está en su techo histórico. Y el regateo por las regidurías, el agandalle priista de quedarse con todo —presidencia municipal, diputación federal, diputación local urbana y rural, aleja a los aliados.

Nada hace crecer al ogro filantrópico. Ni las despensas ni la ayuda médica. Vasconcelos tiene más adeptos sin la etiqueta del PRI que con el emblema del tricolor. Con el logo del PRI pierde dos puntos de intención de voto. Y ya no da más.

Morena, en Coatzacoalcos, es Andrés Manuel López Obrador. Y el PRI es Javier Duarte, Peña Nieto, Fidel Herrera. Con esa marca se recuesta, duerme y se vuelve a levantar Carlos Vasconcelos.

Mientras, pisa la tierra pobre, el lodo de ejidos y congregaciones, la zona del abandono y la marginación, en una mano la reja de huevo y en la otra el tomate y el perejil. Y a cambio, que los pobres voten por él.

Es el altruismo que se pregona. Es la misericordia que se presume. Es la treta del que da a cambio de recibir. Parafraseando al texto bíblico, aquel que se humilla será ensalzado y el que se ensalce será humillado.

Años así y no termina de alcanzar a Morena.

Archivo muerto

Medido, evaluado, sabiendo que el riesgo de derrota se reduce, Ricardo Ahued Bardahuil va por Xalapa. Su registro como pre candidato a la alcaldía por Morena deja al PRI-AN atónito, la respiración contenida, la sangre gélida, la voz ahogada. Ahued deja el Senado y acude a recomponer el escenario político adverso a Morena por el desastroso gobierno de Hipólito Rodríguez Herrero, que pasa por el subejercicio del presupuesto, el nepotismo, la corrupción y el abuso de autoridad, que impacta a la baja a la capital de Veracruz. Ahued llega cuando la soberbia del PRI-AN se halla en el cenit, la de David Velasco Chedraui que imagina que puede ganar y la del panista Sergio Hernández, a quien torpedea otro minúsculo legislador, Omar Miranda, su desoído coordinador de bancada en el Congreso de Veracruz. Ahued ya domina el panorama, concentra las luces, acapara titulares, provoca el debate. Sabe de la pequeñez de sus adversarios. Incluso si Velasco Chedraui y Sergio Hernández-Omar Miranda fueran juntos, el PRI y el PAN en alianza, Ahued los habría de vencer. Ahued conoce lo que implicaría una derrota: quedaría al margen de la lucha por el gobierno de Veracruz en 2024. No viene a Xalapa por decisión propia —el Senado representa un estado de confort— sino a petición y con la fuerza presidencial de Andrés Manuel López Obrador. No se distrae en confrontaciones con el morenismo ni a recibir golpes o a sufrir intriga. Al morenista que lo intente descarrilar, López Obrador lo ha de pulverizar. En el escenario de caos que existe por el desastroso gobierno de Cuitláhuac García y el no menos destartalado ayuntamiento de Hipólito Rodríguez, Morena va por Xalapa, aprovechando el rejuego priista, la confrontación panista, la soberbia política de ambos y el reciclamiento de duartistas y fidelistas. Cuando el PRI y el PAN, coaligados o no, se imaginaban instalados en la silla municipal, llegó Ahued a Xalapa y los despertó… Amarre final en el distrito Coatzacoalcos Rural: por el PRI, que tiene el derecho a postular dentro de la alianza Veracruz Va, se pre registraron Patricia Guadalupe Peña Recio y Gabriel Rivera Cerdán. Patricia Peña ya fue diputada federal, de 2012 a 2015, cargo al que arribó luego que Joaquín Caballero Rosiñol solicitara licencia para asumir la alcaldía de Coatzacoalcos. Antes había sido directora de Educación en el ayuntamiento local. Gabriel Rivera es empresario y constructor, delegado de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y subsecretario de Alianzas del PRI estatal. Llega con línea nacional y con el respaldo empresarial. Uno de los dos —Peña o Rivera— irá a la contienda, según sea el criterio de género y enfrentará a un mermado Morena, que postula al vilipendiado alcalde con licencia de Agua Dulce, Sergio Guzmán Ricárdez, al que lo rodea el repudio de su pueblo, obras de mala calidad, contratos a amigos, incumplimiento del deber legal al no aplicar fianzas por trabajos defectuosos, opacidad financiera, nepotismo, delitos fiscales y casos de corrupción adquiriendo equipo para la Policía Municipal con sobreprecio y dinero destinado a la perforación y mantenimiento de pozos que no se aplicó o se aplicó mal. En el distrito XXX hay tambores de guerra… Un caos la postulación de la Alianza Veracruz Va (PRI, PAN, PRD) para la diputación local urbana.A la medianoche del domingo 7, Rafael García Bringas era precandidato en el distrito XXIX, el llamado Coatzacoalcos Urbano; al amanecer del lunes 8 cayó. Había caído antes Yazmín Martínez Irigoyen, la polémica sindica de Coatzacoalcos que, como aquí se anticipó, no llegaría a ser candidata por las denuncias que trae encima y la inhabilitación por violencia política de género. A Yazmín Martínez la bajó el Partido de la Revolución Democrática, partido que la había postulado, bajo el argumento de cambio de género; la candidatura ya no sería para mujer sino para varón. Salida airosa ante el veto electoral que se veía venir. García Bringas, ex alcalde, priista, panista, nuevamente priista, había desbancado a la doctora Nereida Santos Hernández de la precandidatura a la diputación federal por Coatzacoalcos. Y de pronto, nada. Nereida retomó la postulación. Queriendo acomodarlo, al priismo se le ocurrió ir por un espacio ajeno, el del PRD, y enviarlo a desplazar a la síndica incómoda, Yazmín Martínez Irigoyen, pero el intento se frenó. El PRD se inclinó por Alejandro Gutiérrez Cabrera, ex jefe de prensa del ex alcalde Armando Rotter Maldonado. Este miércoles 10, el dirigente estatal perredista, Sergio Cadena, revivió a García Bringas. Si se consuma su imposición, el perredismo local romperá la alianza y se llevará sus votos, así sean pocos, con Amado Cruz Malpica, el virtual abanderado de Morena a la presidencia municipal de Coatzacoalcos. Tácitamente, como ocurre en Xalapa, Morena va a retener la alcaldía… Dolor profundo, luto en familia, al ver partir a Azucena Rosado Sosa, incasable reportera, pionera en el periodismo digital, cazadora de noticias y auspiciadora del debate y el análisis que dio espacio y voz a los actores de la vida pública en Coatzacoalcos y la región. Víctima de coronavirus, Azucena Rosado falleció este lunes 8. Reportera de Diario del Istmo por décadas, un día Mónica Robles, entonces presidenta del Consejo de Administración, decidió enviarla a la corresponsalía de Agua Dulce. Azucena arguyó que su producción de noticias era insuperable entre los de la redacción. Ahí cerró el ciclo. Y qué bien. Salió airosa. Inició proyectos propios, obtuvo galardones, marcó su camino. Su mayor legado es lo realizado en Imagen y Política, espacio televisivo diario de noticias por el que transitaron los conocidos pero también los poco conocidos, pero que algo debían expresar. Descanse en paz… Se afianzan las candidaturas a la alcaldía de Coatzacoalcos. Va Amado Cruz Malpica por Morena-PT, Alberto Mijangos por Movimiento Ciudadano, Jesús Moreno Delgado por Fuerza por México, José Manuel Villegas por Redes Sociales Progresistas, Liliana Orantes Abadía por Juntos por Veracruz. Casi inminente la de Carlos Vasconcelos Guevara por la coalición Veracruz Va (PRI-PAN-PRD), a reserva de lo que marque la encuesta en la que la mesa nacional de alianzas lo mide, cara a cara, con Rafael García Bringas… ¿Quién es esa promotora de colonias, protagonista de un video porno, casero, cero finura, carnes y lonjas de más, cuya difusión en grupos de WhatsApp impacta a Juntos por Veracruz, partido de nueva creación? El dardo, a fin de cuentas, más que a ella, está dirigido a la dirigente local. Y así lo dice el video…

 

Publicado en www.mussiocardenas.com

Feb 11, 2021

Salir de la versión móvil