La francachela y loca aventura de Pedro Hipólito Guerrero como alcalde de la importante capital del estado de Veracruz, deja un panorama desolador. El votar a lo pendejo sin tomar en cuenta el perfil y experiencia del que conduciría los destinos de la que ha sido considerada la joya de la corona de los municipios, ya ha traído serias consecuencias, no sólo para Morena sino para todos los xalapeños. La ciudad luce sucia y descuidada y el subejercicio de las partidas federales sólo reflejó descuido y falta de capacidad para ocuparlas en beneficio de los xalapeños.
Las atarantadas acciones para pavimentar importantes calles de la ciudad, que en varias ocasiones se tuvieron que volver a ejecutar, sólo sacaron a la luz la falta de experiencia del alcalde. Por esa razón es que llega Ricardo Ahued a poner orden, nadie en su sano juicio puede dudar que el senador con licencia prácticamente se vio obligado a venir a limpiar el chiquero que deja el catedrático universitario.
Es cierto que Ricardo Ahued tuvo que evaluar los pros y los contras de su decisión, no obstante, él cuenta con el suficiente capital político para alzarse con la victoria el 6 de junio. Por otro lado, si hace un buen trabajo como alcalde, tenga por seguro que, en el 2024, estará luchando por ser el próximo gobernador del estado de Veracruz, muy a pesar del fuego amigo morenista. Así que hay malas noticias para la alianza opositora, Ahued será el próximo alcalde de Xalapa.
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