Mario Delgado no apoyó a Gonzalo Vicencio, a eso sume la presión y amenazas en contra de él y en contra de su familia. Vicencio prefirió claudicar. ¡A ver qué dice maña! Pero el sábado ya lo dijo, se va a Fuerza por México y quien lo quiera seguir que lo siga. Ramírez Zepeta es el más contento, pues ya que no pudo por la buena conseguir el liderazgo de Morena, por las malas se lo van a dar.
Es por ello que desde que se enteró de que Gonzalo Vicencio se rajaba, empezó a subir a sus redes sociales mensajes positivos, de unidad u fuerza: «Empecemos el día con toda la energía para tener buenos resultados. Excelente domingo»; «Con la responsabilidad que nos une como militantes seguimos avanzando en los trabajos de organización». ¿Cuánto le durará el gusto? Hasta que se de cuenta de que su padre putativo, Cuitláhuac García, tiene el estado hecho un desmadre y que la gran mayoría de los veracruzanos ya no quiere nada con Morena.