Luis Ramírez Baqueiro /
““El odio es la venganza de un cobarde intimidado.” – George Bernard Shaw.
Años de observar y analizar el entorno cotidiano, me han dejado claro que en la política ni las amistades ni las enemistades son eternas; sin embargo, también es cierto, que, en este ámbito, los amigos pueden ser pasajeros pero los enemigos suelen ser para siempre.
Lo anterior derivado de la naturaleza humana de sucumbir a las pasiones y embriaguez de lo que el filósofo de Nopaltepec definiera como la “plenitud del pinche poder”, sin embargo, soy un convencido de que el poder público debiera concebirse como la mejor oportunidad de ayudar a la gente y hacer amigos, tal y como era distintivo de las célebres y notables camadas de políticos veracruzanos de antaño.
El titular del ejecutivo actual, dentro de tantos frentes que ha abierto o que oficiosamente le ha generado su segundo en funciones de primero, parece encontrar un punto de coincidencia: los Gonzalos.
Con el dirigente del Partido Encuentro Solidario, el diputado local Gonzalo Guizar Valladares, que por cierto en el entorno nacional se le considera aliado estratégico del Presidente, despertó una animadversión por el simple hecho de ser una posición con reflexión propia, que tuvo la osadía de no coincidir incondicional y ciegamente a la iniciativas y propuestas dictadas desde el segundo piso del Palacio de Gobierno, por atreverse a denunciar las irregularidades que solo se ocultan a la vista de quien no quiere ver, por negarse a votar con línea, ejerciendo la independencia y autonomía que es digna de la separación de poderes y apego a las garantía constitucional de la libre expresión de las ideas.
Igualmente, en lo que pareciera un acertijo matemático, derivado de un cuatro que puso un ocho, el poder gubernamental se deshizo hace unos meses, con el mayor de los escándalos, de la presencia en el gabinete estatal de la esposa del líder sureño y legítimo líder estatal de MORENA, Gonzalo Vicencio Flores, contra quien en los últimos días con todo el peso y recursos del estado, se ha ejercido la más drástica violación a la vida interna de este Partido, al imponer a otro supuesto dirigente estatal, cuya única gracia es su cercanía, tal vez demasiada, con la cúpula aciaga que mandata en Veracruz.
Esta animadversión le costó ya a Morena su primera gran escisión en Veracruz, pues el actual dirigente ha optado por renunciar a este instituto político donde ha sido tratado con la punta del pie, para irse con Pedro Haces y Eduardo “Tato” Vega Yunes a Fuerza por México, en donde lo esperan con todos los militantes que dice se llevará.
Difícil resulta intentar siquiera entender las motivaciones o finalidades del actuar del Gobernador, y de sus compinches, especialmente el encargado de la Gobernabilidad quien ha puesto evidentemente de cabeza todo en contra del proyecto deformador que encabeza el mismo presidente López.
Pues de esta confrontación que más allá de perjudicar gravemente su ya desgastada imagen y mucho más deteriorado liderazgo, está mermando la viabilidad electoral de una 4T, que se confunde y se intimida ante el desaseo de su gobierno y la debilidad de su dirigencia hoy abandonada para imponer a su amigo Esteban Ramírez Zepeta.
Lo anterior, nos lleva a descubrir que tal vez la mayor animadversión sea hacia uno más de los Gonzalos, me refiero al destacado intelectual y ex Rector de nuestra Máxima Casa de Estudios, Don Gonzalo Aguirre Beltrán, quien dedicó su vida a favor de una comunidad universitaria culta, humana, tolerante y con un alto sentido social, postulados con los que el primer ex alumno del estado evidente no coincide.
Sextante
Será a las 11 horas de este lunes cuando la Coalición “Veracruz Va” registre a través del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a su candidato por la alcaldía de Xalapa; será así como finalmente David Velasco Chedraui haga pública su intención por recuperar a la ciudad del abandono en que la sumió el actual alcalde Morenista, Hipólito Rodríguez Herrero.
Al tiempo.
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