Edgar landa Hernández* / Hace algunos meses, mientras miraba un stand de libros usados a buen precio, en un centro de acopio de material de desecho, pude observar que, dentro de la misma bodega se encontraban cientos de cajas de cartón; más o menos de un tamaño de 15 x 35 cms.
Mi asombro fue total ya que en un costado de las cajitas decía “Curso multimedia de inglés” y tenía el escudo del estado de Veracruz.
Me acerqué y le pedí permiso al encargado de echarle un vistazo para ver de qué se trataba.
Mi sorpresa fue mayor cuando al abrir la caja en su interior se encontraban 14 fascículos para el aprendizaje del idioma inglés, así como sus respectivos Dvds. Y esto era parte de un programa gubernamental para fomentar el aprendizaje de la lengua extranjera en el estado de Veracruz. Esto en el sexenio del gobernador Fidel Herrera Beltrán.
Por curiosidad me hice el interesado y pregunté en cuánto me daría cada caja, que aplicaba a un curso, a lo que el encargado respondió $ 50.00.
Traté más o menos de contabilizar las hileras de cajas y éstas hacían un total de casi 500 cajas, que multiplicadas por 50 lograban hacer un total de $25000 pesos. Lucrando con un programa que en su momento debió de haber sido gratuito.
Posterior a ello, compré una caja, así como un par de libros que me interesó y salí de ahí.
Me quedé pensando, ¿cómo estos programas fueron a dar a un centro de acopio de material de desecho?
¿Sabría en su momento el gobernador del estado el uso que se le daba a estos programas sociales de apoyo a la educación? ¿quién sería el responsable de distribuir esos recursos a la población y que en este caso nunca llegaron a su destino? Lamentablemente este tipo de situaciones ocurre en cada sexenio, programas sociales que, al fin de cuentas sirven para engordar los bolsillos de unos cuantos, sin que nadie sepa nada.
*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes A.C.*
(REVECO)
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