En Londres, Inglaterra la policía descubrió el abuso que recibía una mujer y su pequeña hija de 8 años en una casa donde la madre fue contratada bajo engaños. Ashley se había quedado sin el apoyo del padre de su hija y ante eso se dedicó a buscar un empleo. Tras varios trabajos donde le negaron el acceso encontró una casa habitada por una pareja que le dijo que la contratarían inmediatamente y le darían alojamiento. Ashley emocionada comenzó a trabajar; la madre y la hija dormían en un cuarto que los dueños le habían proporcionado. Después de unos días las cosas cambiaron.
La pareja en realidad la quería para tenerla de esclava sexual. La golpeaban y torturaban para que Ashley estuviera siempre sometida. A la pequeña la ponían repetidamente dentro de un ropero mientras que a su madre Ashley la mantenían atada a un anillo sexual. En las noches llegaban hombres, los cuales pagaban por tener relaciones sexuales con Ashley. El dueño de la casa tenía un club nocturno y era un traficante de drogas llamado Baz.
A la niña la encerraban todo el día. El caso fue descubierto cuando la menor logró salir a la calle y le contó a una persona. La niña pudo dar aviso a las autoridades quienes llegaron de inmediato. Los agentes encontraron a Ashley en una recamara atada a un anillo sexual. Tanto el sujeto como la mujer que contrataron a Ashley fueron detenidos y pagarán con muchos años de prisión.
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