Juan David Castilla Arcos / Coatepec, Ver. María Eugenia Pajonares Serena prepara tamales tradicionales desde hace 15 años, pero la crisis económica derivada de la pandemia por SARS-CoV-2 (covid-19) le ha generado pérdidas de hasta 70 por ciento para este 2 de febrero, Día de la Candelaria.
Se trata de una fecha de las más importantes en el año para la comerciante del municipio de Coatepec, quien, todos los días, vende su producto sobre la calle Segunda de Arteaga número 48, en el Centro Histórico del Pueblo Mágico.
La señora elabora tamales con hoja de maíz: de salsa roja, chile seco, frijoles, mole, rajas con queso y también los canarios, cuya consistencia es diferente, grumosa y prácticamente la masa se derrite en el paladar.
Para el Día de la Candelaria, la mayoría de sus clientes le encargan tamales rancheros, que son preparados con masa, salsa roja y carne de pollo o cerdo dentro de hojas de plátano.
«Las familias hacen su convivio aunque sea en su casa. Es una tradición que ya viene de muchos años, para el día 2 de febrero».
Doña Eugenia elabora cientos de tamales para el Día de la Candelaria. Su técnica es meramente tradicional. No usa batidora industrial y los cuece al carbón para darle un mejor sabor.
Tiene clientes en Xalapa, en la Ciudad de México y hasta en los pueblos aledaños a Coatepec, quienes la buscan cada año, por estas fechas, para encargarle una dotación de tamales y seguir con la tradición, tras hallar los muñecos en la rosca de reyes que representan al Niño Dios.
«Ahora ha bajado la venta como 60 por ciento o 70 por ciento, sí fue bastante en comparación con el año pasado, fue por todo, por la economía que está baja», expresa.
Algunas personas le encargaron los tamales con anticipación para reunirse con sus familias y degustarlos durante el fin de semana.
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