Carlos Jesús Rodríguez Rodríguez / LA REAPARICIÓN del Presidente Andrés Manuel López Obrador, el pasado viernes, en un video para informar de su estado de salud -tras haber contraído el CoVid19- dejó más dudas que certeza. Y aunque al momento de ser transmitido el jefe del Estado Mexicano se encontraba a la mitad de la enfermedad, cuando el contagio se acentúa aun más, peor aun cuando a juzgar por los cuadros febriles que presenta y el dolor de cabeza, no es, precisamente asintomático, AMLO dijo que ya pasó la etapa crítica y se encuentra bien, aunque todavía tiene que guardar reposo. “Todavía tengo Covid, pero los médicos me dicen que está pasando la etapa crítica, ahora me presento con ustedes para que no haya rumores, malos entendidos, estoy bien, aunque todavía tengo que guardar reposo, ahora me acicalé así para comunicarme con ustedes”, dijo el Presidente desde los pasillos en el interior de Palacio Nacional. Y algo que llamó la atención en plena crisis sanitaria es que López Obrador sigue sin dar el ejemplo de usar cubreboca, peor todavía cuando se encuentra con los síntomas de la enfermedad, lo que no ayuda por supuesto a que la sociedad haga caso y asuma las medidas preventivas que exigen las autoridades, y que provocó que los funcionarios que ahora acuden a las mañaneras encabezados por la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero lo hagan tapándose las cavidades bucal y nasal para evitar nuevos contagios pero, también, para inducir a la sociedad que lo haga ya que las vacunas siguen llegando a cuentagotas, y más aún cuando la Unión Europea ha condicionado hasta Marzo los envíos a naciones fuera de esa comunidad política de derecho constituida en régimen sui géneris de organización internacional, nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los Estados y pueblos de Europa.
Y DECIAMOS que el Presidente ha dejado más dudas que certeza, porque a partir de su reaparición muchas personas dudan que haya contraído el CoVid19 dado que no expresa ni en el rostro ni en el caminar los efectos de la pandemia, muy a pesar de que estos suelen ser bastante lastimosos, aun en el caso de los asintomáticos, y las versiones no se han hecho esperar. Hay quienes dicen que el Presidente decidió aislarse tras la segunda masacre ocurrida en su Gobierno en dos años: la primera el 4 de Noviembre de 2019 cuando presuntos miembros del crimen organizado atacaron y dieron muerte a un grupo de mujeres y menores de edad pertenecientes a la familia México-Estadounidense LeBaron, de credo mormón, en una intrincada zona de la Sierra Madre Occidental en las inmediaciones de la comunidad de La Mora, municipio de Bavispe, en el extremo noreste del estado de Sonora y muy cercano a sus límites con el de Chihuahua. Diecisiete miembros de esa familia: tres mujeres adultas y catorce menores de edad, hijos de ellas fueron baleados falleciendo 9; todos viajaban en una caravana de tres vehículos tipo SUV. Dos de los grupos se dirigían al municipio de Galeana y el tercero, conducido por Rhonita Maria Miller se dirigía a Phoenix, Arizona, a cuyo aeropuerto arribaría su esposo.
LA OTRA masacre ocurrió el antepasado viernes, cuando 19 personas aparecieron calcinadas dentro de automóviles en Camargo, Tamaulipas. Las víctimas fueron asesinadas a tiros y sus cuerpos calcinados, según las primeras investigaciones. Testigos dijeron que se trata de un grupo de guatemaltecos, aunque ahora se sabe que entre estos había mexicanos. La Fiscalía General de Tamaulipas indicó en un comunicado que el hallazgo se dio la tarde del viernes 22 en una región remota del municipio de Camargo, en los límites de ese estado con el vecino Nuevo León. La policía recibió una denuncia ciudadana de que cerca del poblado de Santa Anita había dos vehículos incendiados. En uno de ellos, una camioneta de carga, estaban los cuerpos de las 19 personas. De las primeras indagatorias se tiene establecido que la muerte fue provocada por proyectiles de arma de fuego y después se les prendió fuego, y de este último tema el Presidente López Obrador aun no emite una declaración pese a la magnitud de los hechos que involucra a ciudadanos guatemaltecos y mexicanos que iban en pos del sueño americano. La masacre recordó la ocurrida en 2010 contra 72 migrantes en San Fernando, también en Tamaulipas. Incluso Naciones Unidas comparó ambos sucesos y subrayó que los familiares de aquellas víctimas siguen “en búsqueda de verdad, justicia y reparación”. Pero el gobierno mexicano rechazó tajantemente que aquella injusticia atribuida a grupos fuera de la ley y sin esclarecer desde hace once años vaya ahora a repetirse. “No es un San Fernando, ¿por qué? Porque estamos avanzando en la investigación de manera contundente (…). No va a haber impunidad, y también la identificación de los cuerpos”, dijo la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aunque ha pasado más de una semana de los sucesos y no ha ocurrido nada, salvo la identificación de algunos cadáveres, mientras los agresores gozan de cabal salud.
PERO EN su reciente aparición en video AMLO ni se inmutó por los hechos. Su presentación fue para agradecer a jefes de Estado, políticos y hasta adversarios por haberle mandado mensajes con buenos deseos ante su contagio por coronavirus. “Les agradezco mucho por la manera en la que expresaron su preocupación por mi enfermedad”, y de paso anunció que para Marzo México contará con 12 millones de vacunas para proteger de la pandemia a los mexicanos conforme al plan nacional de vacunación (porque hasta Marzo la Unión Europea comenzará a distribuir de nuevo las dosis ya que la prioridad es su comunidad), y aunque dijo que a pesar de que ha estado en aislamiento, se ha mantenido pendiente de los asuntos públicos y en particular de la pandemia, sobre la cual, indicó, “estamos procurando que continúe la misma estrategia y fortalecerla”, pero de la nueva masacre, nada.
POR CIERTO, algún acucioso indagador nos hizo llegar una relación de personas ligadas a AMLO que no han observado, precisamente, lo que predica el Presidente, lista de la cual, por supuesto, el mandatario no pronuncia ni pio. El texto denominado “Expediente ético de la familia López Robador”, señala que: 1.-Ramiro, un hermano del presidente es acusado de peculado. 2.-Pío, otro hermano del presidente es grabado recibiendo ‘aportaciones’ para la campaña de su hermano Andrés Manuel que nunca fueron declaradas. 3.-Concepción Falcón, una cuñada de López, vinculada a desfalco en el municipio de Macuspana. 4.-La otra cuñada, Jessica Moreno Torres, denunciada por desvío de recursos del gobierno de Duarte en Veracruz para la campaña de López. 5.-Felipa Obrador, la prima del Presidente, con contratos millonarios con Pemex, IMSS y otras empresas estatales. 6.-La sobrina, hija de Felipa, administra dos resorts por donde pasará tren maya en Palenque. 7.-Beatriz Gutiérrez Müller, consorte del Presidente sube de nivel en el sistema nacional de investigadores y cobra sueldo sin mostrar título ni investigar nada y, 8.-Los tres hijos mayores del presidente fundan dos fábricas, una de cerveza y otra de chocolates sin tener ingresos declarados. En fin, el México mágico que solo cambia el nombre de sus Gobernantes, pero es que es la misma puerca, solo que revolcada. OPINA carjesus30@hotmail.com