Irineo Domínguez Méndez / Recibí innumerables llamadas y mensajes de amigos y excompañeros que hoy militan en Morena, después que se dio a conocer que el joven Zepeta fue quien participó en el registro de la alianza Morena- PT-Pvem ante el OPLE y no Gonzalo Vicencio. Zepeta dijo que acudió en representación del Comité Ejecutivo Nacional, aunque nunca mostró documento alguno que lo avalara). El exfuncionario “acalambró” a muchísimos morenos; innegable resulta el abonó a la incertidumbre y a la división del morenismo veracruzano. Quienes estudiamos el Estatuto de Morena, suponemos que podría ser integrante de la Comisión Estatal de Elecciones Auxiliar, que nombra la similar a nivel Nacional. Eso sí, exageró en decir que todo lo referente a la alianza estará a su cargo; esto, en virtud de que, cualquier tipo de alianza está a cargo del Consejo Nacional, según lo menciona el artículo 41, inciso h, del Estatuto de Morena. Con el carácter de representante del CEN la institucionalidad del partido quedó intacta. Gonzalo Vicencio no ha sido desplazado en ninguna de sus funciones.
He manifestado, en varias ocasiones, que la debilidad de los morenos es la ignorancia de su Estatuto y Reglamentos. Desconocen las normas que regulan la vida interna de su partido; por ello, son presas fáciles de quienes sí los estudian, aplican y violan. Cuando Zepeta declara que él se hará cargo de la alianza, se refiere a que, si el CEN o el Consejo Nacional le da indicaciones de presentar modificaciones al acuerdo con los otros partidos, obedecerá; pues, para eso lo habrían designado. También, de ser cierta la designación, se observaría un poder mayor de Bertha Luján y Citlali Hernández, presidenta del Consejo Nacional y Secretaria del CEN, respectivamente, que el de Mario Delgado, presidente nacional.
Políticamente, resulta un craso error del gober y su subordinado presumir que el segundo fue designado para el registro aludido. Pues, el número de militantes y simpatizantes que están en su contra aumentó considerablemente. ¿Porqué se sienten orgullos del trabajo sucio que les dieron a ejecutar? (de ser cierto). Ni ellos los saben.
Según los inconformes, la alianza benefició más al PT y al Pvem; quienes desplazarán a 68 aspirantes a presidentes municipales; casi la tercera parte de los 212 municipios que conforman el Estado. Pudieron los dirigentes morenos aminorar el daño aceptando sindicaturas donde no encabezan; sin embargo, el paliativo se esfumó porque también concedieron lo mismo, en varios lugares que encabezan en la alianza. Los afectados ya calificaron a sus dirigentes: ¡TRAIDORES! Ni más, ni menos.
Poco o nada puede ahondarse sobre el tema mientras Gonzalo Vicencio no tenga respuesta del OPLE a las preguntas que le formule. Igualmente, dicho ente puede dar certeza si confirma la legalidad del acuerdo, supuestamente, presentado. Si no lo hace, se volverá cómplice y perderá más credibilidad; además, tendrá que aclarar, los alcances del supuesto nombramiento de representación del CEN que dice tener Zepeta.
Una cosa es cierta, solo el Consejo Nacional de Morena pueden realizar alianzas y el CEN el de registrarlas ante los órganos electorales o delegar esta función en cualquier persona, sin significar que ésta tenga poder de conducción, dirección o ejecución; sino únicamente, la obligación de cumplir el mandato dado a un militante.
Por otro lado, el legal estatutario de Morena, de resultar una farsa y montaje lo sucedido en el registro, sin duda, habrá procesos sancionadores que se instaurarán de oficio por parte de la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia; a la que se sumaría el presidente nacional del partido y el propio Gonzalo Vicencio. Escenario que descarto porque es más factible deducir el encargo dado al joven Zepeta, para realizar el registro de la alianza como mandadero, y así minimizar el descalabro sufrido al buscar inocentemente la presidencia del partido a nivel estatal.
Otro sí digo. – Sin alianza, Morena pudo (puede) ganar más a nivel local.
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