Bernardo Gutiérrez Parra / Al parecer Américo Zúñiga Martínez de la alianza PRI-PAN-PRD no tendrá problemas para hacerse de la candidatura a la diputación federal por el distrito de Xalapa Urbano. Y si de futurear se trata, tampoco tendría dificultades para alzarse con el triunfo si Morena decide que Rafael Hernández Villalpando busque la reelección por ese distrito.
Y es que en los dos años y meses que Hernández Villalpando lleva como diputado federal no ha hecho otra cosa que reposar en su curul. Y eso cuando va, porque es uno de los legisladores más faltistas.
La última vez que se supo de él fue cuando un par de periodistas dieron a conocer que sustituiría a Eric Cisneros ante la “inminente renuncia” del secretario de Gobierno. Pero Eric no se fue y a don Rafa lo tundieron en las redes.
Se dice que está enfermo (lo que en lo personal lamento con mis deseos por su pronta recuperación) y que pasa la mayor parte de su tiempo en Cuernavaca, pero desea repetir como legislador.
Esto y el pésimo trabajo realizado por el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, podrían allanarle el camino a Zúñiga Martínez. Pero las cosas se le complicarían si Morena se decanta por el licenciado Juan Rivas Contreras.
Juan es uno de los nuevos cuadros con los que se está nutriendo el partido que fundó López Obrador. Abogado constitucionalista por la UNAM, con una maestría por esa casa de estudios y un master en Derecho Parlamentario por la Universidad Complutense de Madrid, este joven nacido en Xalapa hace 30 años está siendo una grata revelación.
¿Improvisado? No, para nada. A diferencia de la gran mayoría de políticos que tu y yo conocemos lector, ha trabajado más de diez años en diferentes áreas del servicio público; sabe dónde le duele a Xalapa y trae bajo el brazo una serie de propuestas y proyectos que beneficiarán tanto a la ciudad capital como al distrito que piensa representar.
Juan se enorgullece de sus padres, el galardonado poeta tuxpeño José Luis Rivas Vélez y la psicóloga Albertina Contreras, que le han brindado todo su apoyo. Y se emociona al recordar a su abuelo, don Raúl Contreras Basurto, que fuera alcalde de Banderilla y de quien dice, fue sensible a los problemas sociales que le tocaron vivir.
Si resulta candidato, Morena habrá elegido a un joven partidario del diálogo, la conciliación y la concertación. Y enemigo de los denuestos, descalificaciones y agresiones verbales.
Esto será una bocanada de aire fresco para la sociedad xalapeña, harta del discurso barriobajero de la clase política actual.
Y si Juan y Américo se encuentran en el terreno del debate político, será un duelazo rico en ideas y propuestas que permitirá a los xalapeños elegir no al menos malo o al menos peor, sino al mejor.
Un legislador federal de Morena me dijo que si sus correligionarios desean un candidato que aporte sus conocimientos para la consolidación de la Cuarta Transformación en Veracruz, Juan Rivas Contreras es sin duda la mejor opción, porque tiene la inteligencia y los tamaños para jugar (con posibilidades de ganar) su primer partido en las Grandes Ligas de la política.
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