Armando Ortiz / Para muchos era de esperarse, un funcionario público que en ningún momento dejó de trabajar, y que usaba muy pocas veces el cubrebocas, tarde o temprano habría de enfermar de coronavirus. No le sirvió el “detente”, ni su estampita del Santo niño de Atocha ni el Sagrado Corazón de Jesús; tampoco le sirvió ser honesto, pues el pregonaba que siendo honesto se era inmune al coronavirus. La tarde del domingo 24 de enero el presidente López Obrador anunció en su cuenta de Twitter que dio positivo a Covid-19: “Lamento informarles que estoy contagiado de COVID-19. Los síntomas son leves pero ya estoy en tratamiento médico. Como siempre, soy optimista. Saldremos adelante todos. Me representará la Dra. Olga Sánchez Cordero en las mañaneras para informar como lo hacemos todos los días”. En un segundo mensaje anotó: “Yo estaré pendiente de los asuntos públicos desde Palacio Nacional. Por ejemplo, mañana atenderé una llamada con el presidente Vladimir Putin porque, independientemente de las relaciones de amistad, existe la posibilidad de que nos envíen la vacuna Sputnik V”. Como dice el dicho, “tanto va el cántaro al agua…”. Sinceramente esperamos que Andrés Manuel López Obrador se recupere lo más pronto posible, y que sus síntomas no pasen de ser leves. Sólo se le desea el bien al presidente.
Cuando Enrique Peña enfermó, López Obrador le dijo que era “una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”; nunca hay que escupir para arriba
Dicen los abuelos que “nunca hay que escupir para arriba”. ¿Por qué? Pues porque la fuerza de gravedad te regresará tu gargajo a la cara. El dicho sirve también como advertencia para no desearle mal a nadie, o para no ser maledicente con nadie, pues uno nunca sabe si la misma situación por la que pasa el criticado, le sucederá a uno. El 5 de junio de 2014, ante los rumores de que el entonces presidente Enrique Peña Nieto estaba enfermo, López Obrador se tomó la libertad de mandarle el siguiente mensaje: “Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”. Una vez que el presidente López Obrador informó que dio positio al covid-19, muchos se pusieron a buscar esas declaraciones que hiciera el presidente; ya ve usted lo que se dice: “Siempre hay un tuit”. Aquellos que no están conformes con la manera como López Obrador está manejando el país, con este tuit le recuerdan a AMLO que este es también un buen momento para que él renuncie; si él se lo propuso a Peña Nieto, pues también le aplica a él. Pero, así como Peña Nieto no hizo caso al mensaje, López Obrador tampoco hará caso a sus propias palabras.
Lo que el INE no pudo, el coronavirus consiguió; López Obrador no estará en las mañaneras, estará Olga Sánchez Cordero
Muchas personas dudan que el presidente López Obrador se hubiera contagiado de coronavirus. No lo creen, pues piensan que todo es una “caja china” para desviar la atención de asuntos más graves. Sin embargo, ¿ustedes creen que el presidente de México iba a dejar de manera voluntaria las mañaneras, ese ejercicio informativo por el que se ha peleado hasta con el INE? López Obrador ya le encargó a doña Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, que se encargue ella de las mañaneras. Cabe recordar que desde hace varias semanas el Instituto Nacional Electoral ha tratado de impedir que el presidente de México toque en sus conferencias mañaneras temas que tengan que ver con el proceso electoral del 2021. López Obrador dice que sólo ejerce su derecho a la libertad de expresión; el INE señala que ese derecho permanece intacto, pero que a ellos les toca velar por la equidad de las elecciones, algo que ampara la propia Constitución. López Obrador estaba dispuesto a ir hasta la Suprema Corte de ser necesario. Pues cómo ve usted las cosas, lo que el INE no pudo, el coronavirus consiguió.
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