Brenda Caballero / El número con lada 784 sonó en mi celular. De inmediato me preguntaron por mi abuelo. “Estamos hablando de parte del Gobierno Federal para ver si está el señor interesado en ponerse la vacuna de Covid”. ¡Vaya, qué emoción! –Pensé, aunque les dije que mi abuelito no podía trasladarse por el momento. “Si está interesado el señor, iría una brigada a vacunarlo a su casa”, respondieron. ¡Qué felicidad! Volví a pensar. ¿Y mi abuelita? –pregunté– Ella también es adulto mayor. “Por el momento le hablo por su abuelito”.
–¿Y cuándo lo vacunarán?
–Después le van a volver a llamar… únicamente yo estoy apoyando para hablar y preguntar si está el señor interesado en la vacuna.
–Bueno, gracias.
Después de colgar, de inmediato surgieron las preguntas ¿Estarán haciendo un padrón para ver quién quiere vacunarse y quién no? a estas alturas ¿habrá quien no quiera vacunarse? ¿De verdad volverán a llamar e irán a vacunar a mi abuelo a su casa?
Hace un año ni siquiera pensábamos que el tema de vacunación marcaría la agenda nacional ni que actualmente ese tema estuviera tan polarizado y que fuera hasta tema electorero.
Como tema nuevo, no tenemos bien definida la reacción de la vacuna contra el Covid (cualquiera que sea el laboratorio), desconocemos si nos dará completa inmunidad, si solamente será temporal, si evitará grandes complicaciones en la salud de la población y evitará la muerte o simplemente será un paliativo.
Hablar de la vacuna en México ha sido una luz de esperanza, pero también ha sido complicado. Desde el inicio hemos conocido casos de personas que no están en la primera línea y han recibido la dosis de Pfizer, mientras personal médico de hospitales privados se han quejado por no tener acceso inmediato a la vacuna. Por fortuna ya iniciaron con la vacunación a este sector.
Aparte de los adultos mayores, los maestros de Campeche (estado que está en verde) ya están en el plan de vacunación federal, ¿pero es seguro que los niños regresen a clases presenciales en un mes? Recordemos que los únicos vacunados serán los docentes, y los niños conviven con padres, abuelos y familiares que aún no están vacunados. ¿Usted mandaría a sus hijos?
Regresando al tema de la vacuna, apenas el pasado jueves, el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, había dicho que ningún estado o municipio tenía permitido adquirir vacunas de manera independiente, pues iría en contra del Plan Nacional de Vacunación; sin embargo, el Presidente en su Mañanera, dio luz verde para que los gobiernos estatales, municipales y el sector privado puedan adquirirla.
¿Por qué cambió de decisión? Si bien es cierto, el gobierno federal necesita todo el apoyo de todos los gobiernos y sectores para poder vacunar a millones de mexicanos, por el momento, no se puede adquirir por parte del sector privado una vacuna que está en fase experimental a nivel mundial… aunque en unos meses sí, claro, con la autorización de la Cofepris.
Sin duda, la decisión de apertura del presidente fue correcta, más cuando el sector privado se ha adelantado y ya tiene apalabradas varias vacunas. Con ello, López Obrador también se vacuna de la politización del derecho a la salud que tenemos todos los mexicanos.
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