Cuando el ladrón se bajó, la fémina empezó a gritar y los demás pasajeros lo empezaron a perseguir. Tras esto, Alan Steve Rojas Depaz corrió desesperadamente y se escondió en una calle y se cambió de prendas, pues pensó que podía pasar desapercibido entre las personas.
Sin embargo, su plan no funciono y el ladrón fue acorralado. El joven de 19 años al final fue detenido y la mujer afectada llamó a la policía. Al treparlo a la patrulla, el ladrón se derrumbó y pidiendo perdón a base de lágrimas, clamó que su denunciante no lo acusara con las autoridades y con su madre.