Edgar Hernández* / Cuitláhuac resultó buen alumno en el rápido aprendizaje de distractores, cajas chinas y verdades a medias para esconder la sanguinaria inseguridad pública que padece Veracruz, de manera recrudecida hace dos años.
Imposible, sin embargo, pasar por alto la masacre del Cerro del Nanchital hace un par de noches cuando se descubrieron 12 personas masacradas resultante, según el gobernador Cuitláhuac García, de un pleito entre ganaderos.
Lo sucedido en el área rural de Minatitlán y las Choapas, una tierra caliente desde que llegó la “4Transformación”, por las evidencias no fue más que una ejecución, un ajusticiamiento de hordas criminales fuera de control.
Por ello es que el gobierno no tuvo más explicación que esconder la realidad con “otros datos” y rodar una caja china que ayer por la mañana soltaron so pretexto de un pretendido destape de Ricardo Ahued.
“Los abusos y amenazas entre unos y otros provocó un enfrentamiento entre ellos y tuvo ese lamentable desenlace”, apresuró Cuitláhuac erigiéndose en Fiscal, cuando no hay investigación alguna iniciada y cuando en otros momentos insistía en que jamás opinaría de asuntos de procuración de justicia (cuando estaba en el ojo del huracán el pleito con Winckler) se negaba a opinar sobre la inseguridad pública.
“Se hará justicia”, gritó ayer cuando muy temprano trascendía el juicio sumario y ejecución de 12 padres de familia de parte de un grupo criminal que ha tomado tiene el total dominio del sur de Veracruz a sangre y fuego.
Seguramente el singular gobernador nunca fue enterado que entre los masacrados estaba el agente municipal de Cerro de Nanchital, Isidro García Morales que, comprobado está, nada tenía que ver con el crimen organizado y que nunca repelió nada.
El, al igual que los otros once, fueron encontrados amordazados de pies y manos y con claros signos de tortura lo cual evidencia que no fue producto de un enfrentamiento, como dice el gobernador, sino de una emboscada.
Eso hasta un niño lo intuye.
Jamás aclaró el mandatario que el grupo criminal denominado “Los Vaqueros” se dedican al secuestro, huchicol y extorsión, simplemente acusó enfrentamiento armado entre ambos bandos.
Ramiro Gorostieta Domínguez, Isidro García Morales, Bartolo Domínguez, Alfredo Jaimes Gorostieta, Luís Hernández, Valentín Gorostieta y Mauro Gorostieta, todos familia dedicada a la ganadería, fueron levantados, masacrados y asesinados no por un choque armado con “Los Vaqueros”, quienes tomaron como rehenes a los ajusticiados.
Solo así se explica que no hubo tal enfrentamiento.
Como no lo ha sido ese machacar semana tras semana, mes con mes que Veracruz vive en paz social y bajo el imperio de la ley cuando en los hechos vivimos en un total estado de indefensión.
La de ayer con lo de Ricardo Ahued fue una jugada boba y previsible que no sepulta o cierra el expediente del crimen a 12 personas como tampoco clarifica el infierno de Minatitlán del 27 de agosto del año pasado cuando un comando armado incendió el bar “El Caballo Blanco” con un saldo de 32 personas muertas entre ellas un bebé.
¿Y los alcaldes y ex alcaldes asesinados? ¿Y los periodistas ejecutados? ¿Y la escalada feminicida?
Mucho es lo que nos queda a deber el gobernador Cuitláhuac García Jiménez como para que nos quiera distraer con lo de Ahued donde la propia casa de gobierno sabía de su torpeza al “destaparlo”, pero también de los alcances mediáticos de este bulo.
Para empezar la noticia de Ahued fue soltada sin que Ahued estuviera enterado. Fue entregada por quien no debía –el máximo representante del Congreso, Juan Javier Gómez Cazarìn-, acompañado de tres diputadas, entre ellas la prima hermana de Cuitláhuac, Dorheny García, Rosalinda Galindo, la llamada “Reina del Nepotismo” y la desacreditada Ana Miriam Ferraez, en la intención de que los aspirantes se manifestaban en favor de quien se la han pasado atacando.
Pero además lo hacen con Ahued que tiene espolones para gobernador no para alcalde de una localidad, por importante que sea, que ya gobernó y, lo peor, queriendo hacer una jugada de tres bandas:
Hacer a un lado a Elizabeth Morales recomendada desde México, descartar futuras aspiraciones para el 2024 de Ricardo Ahued y ocultar la masacre.
¿Qué inteligentes son, verdad?
Y ni como decirles que se los crea su abuela, ya que doña Manuel hace tiempo se fue de este mundo terrenal.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
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