Cuando éramos pequeños y la paleta o bocadillo que llevábamos en la mano se nos caía al suelo, todos nos gritaban que no lo recogiéramos porque a esa paleta ya la había “chupado el diablo”, lo que la hacía incomible. Hace unos meses la diputada Rosalinda Galindo acusó que la directora de Desarrollo Urbano del ayuntamiento de Xalapa, América Carmona, estaba pidiendo moches para soltar permisos para la realización de una obra. La nota se sumó a otras acusaciones que se habían hecho en contra de América Carmina donde se le acusaba de delitos similares.
La tarde de este 15 de enero se informa que la titular de Desarrollo Urbano del ayuntamiento deja el cargo para enfrentar dichas acusaciones. La determinación de la funcionaria es plausible. Sin embargo, el acto temerario de América Carmona se echó a perder cuando el alcalde de Xalapa, Hipólito Rodríguez, se puso a defenderla.
Este pobre diablo de alcalde, dijo sobre el trabajo de la exfuncionaria: “El trabajo que ha venido realizando la arquitecta América Carmona ha sido impecable, ha logrado lo es fundamental, que es poner límites a las prácticas irregulares y como mujer su desempeño ha sido espléndido”. Es decir, América Carmona fue despedida, como quien dice se cayó al suelo, e Hipólito, un funcionario de lo más ineficiente, se puso a defenderla. ¡Ya la chupó el pobre diablo!
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