Reza la máxima bíblica: «No se deben dar perlas a los cerdos, para que nunca las huellen bajo los pies, y, volviéndose, los despedacen a ustedes». Jesús daba a entender con este ejemplo que los cretinos, que son como cerdos, no mostrarían aprecio a la sabiduría o a los dones que son como perlas. Los cretinos corruptos pisotearían esa sabiduría y de inmediato injuriarían y ofenderían al que intentó compartirles ese don. La carta que el Dr. Paco Berlín le dirigiera al gobernador de Veracruz no tiene desperdicio; dicha carta está redactada por la experiencia y la sabiduría de un hombre que ha transitado por el servicio público, por la academia, pero sobre todo por la vida. Cada párrafo, cada palabra anotada busca hacer reflexionar al destinatario.
«Ha llegado -señala el Dr. Berlín- el momento de hacer un acto de reflexiones profundas, con una autocrítica sería y sincera, evaluando lo hecho hasta ahora en el ejercicio de su cargo, el apoyo que le han brindado sus colaboradores, algunos de los cuáles no han sabido responder a su confianza, tal vez, por su falta de preparación para el desempeño de los cargos que ocupan, carencia de creatividad y ausencia de espíritu de servicio, lo que hace recordar la frase colocada en el frontispicio de la Universidad de Salamanca ‘Lo que natura no da, Salamanca no presta’».
¿Qué se espera del gobernador? ¿Será que se detenga y reflexione? No. Cuitláhuac García es como uno de los cerdos de la ilustración de Jesús. Cuitláhuac García quiere las alabanzas de sus lacayos, el desperdicio con que se alimentan los frustrados, los acomplejados, los estultos. La “perla” del Dr. Berlín no lo alimenta, antes bien lo incomoda. Lo siguiente es hollar esa perla, buscarle defectos al remitente, e irse contra él. Si desea leer la carta completa, siga este enlace: https://libertadbajopalabra.com/2021/01/13/carta-abierta-a-cuitlahuac-garcia-jimenez-gobernador-de-veracruz-de-francisco-berlin-valenzuela-ciudadano-veracruzano/
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