Todas las mañanas el presidente habla de su gobierno como si del gobierno ideal se tratara: «Nosotros no somos corruptos»; «Nosotros no somos como los otros gobiernos»; «López-Gatell es el mejor funcionario de este gobierno» y cosas como esas abundan en esa mañaneras. Además de ser un instrumento de propaganda gubernamental, el presidente ha ocupado la mañaneras para defenestrar a quienes no piensan como él. Golpea medios de comunicación, periodistas, grupos empresariales y hasta a personajes de la política.
En algún momento, en mayo de 2019, el mismo presidente estuvo de acuerdo de que en los estados donde hubiera elecciones se suspendieran las mañaneras. ¿Por qué cambió de opinión ahora? Pues porque se ha dado cuenta de que Morena resultó un fiasco en el país y sin su ayuda, la ayuda que pueda brindar desde las mañaneras, los candidatos de Morena no levantarán. A eso le tiene miedo, a perder el control del Congreso federal.